La derecha española, se han reservado para ellos y los suyos, el ser españoles de bien o Constitucionalistas, al resto, a los que discrepamos, nos mandan al foso de los traidores y felones. Pretenden adueñarse de España y la Constitución.
Hace tiempo que me pregunto si existe alguna forma de medir la españolidad, la cuestión no es menor, pues se empeñaron en establecer un baremo ligado al uso de la bandera, la España de los balcones, cuanto más grande el trapo más español eres. No solo es cuestión textil, el patriotismo de estos constitucionalistas de bien, se complementa con la defensa de las corridas de toros, la caza y la querencia por las armas, además de tener una fijación contra los movimientos feministas y un más que evidente odio contra todo lo que no sea heterosexual. Mucha testosterona envuelta en rojigualda.
Estos patriotas fueron los que se llevaron la pasta a Suiza o Panamá, dieron 50.000 millones para el rescate de la banca, mientras desahuciaban de sus casas, por el bien de España, a miles de trabajadores, o malvendieron las viviendas públicas a fondos buitres extranjeros.
Somos muchos los que entendemos nuestra patria de otra forma y no por ello dejamos de ser españoles de bien: Que no decoremos nuestros balcones con la enseña nacional, no es que reneguemos de la bandera. Que el “novio de la muerte” no nos consiga levantar, no hace que renunciemos al Ejército y lo defendemos como algo necesario para la defensa del país.
El movimiento independentista catalán también nos preocupa pues deseamos a Cataluña como parte de España, ya hay demasiadas fronteras. Preferimos sentarnos en las mesas de negociación antes que sacar los tanques. Las masas agitando las banderas siempre fueron una manera de no ejercer la inteligencia, continuamente han dividido, nunca sumaron, da igual esteladas, ikurriñas o rojigualdas.
También somos patriotas los que amamos la patria, a sus gentes. Los que defendemos la subida del Salario Mínimo, peleamos por pensiones dignas o una Dependencia que abarque a todos. Somos constitucionalistas y queremos que se aplique el derecho a una vivienda digna o que se combata la pobreza energética. Que nadie se quede sin estudiar por falta de recursos económicos y que seamos iguales en el acceso a la sanidad. Defendemos la igualdad entre el hombre y la mujer y luchamos contra la violencia machista. Nos sentimos muy orgullosos de ser un pueblo de acogida. Queremos que nuestros chicos que se tuvieron que ir, vuelvan. Y algunos pensamos que el Jefe del Estado debería ser elegido, pues todos nacemos iguales, y por ello no dejamos de ser también españoles de bien.
Ser patriotas, en definitiva, es también defender España, a los españoles y a las españolas de los buitres que buscan beneficio de nuestro esfuerzo.
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