Lo venimos comprobando en cada noticia que aparece estos días; todas las miradas vuelven a volcarse con el centro de la ciudad. El que dicen histórico pero el que ni se cuida ni se protege de su historia, la misma que está lastrando al no meterse la mano para su total recuperación.
La apuesta por peatonalizar más calles nos vuelve a crear las mismas dudas y preguntas que nos hacíamos cuando se empezaron a levantar calles y más calles sin ton ni son y sin un proyecto paralelo que amortiguara tal revolucionaria medida.
Que es la tónica que se sigue en otras poblaciones no deja de ser tan convincente como repetitivo de que hay que ir con los nuevos tiempos. El Puerto, por desgracia, siempre va con el pie cambiado a todo, y para hacer actuaciones de este calibre hay que solucionar otros asuntos que ya se nos escapa de las manos.
El proyecto ‘Ciudad Amable’ no solo será peatonalizar buena parte del centro portuense, sino también hallará de un esparcimiento y de espacios públicos que la ciudadanía y visitantes nos vamos a aprovechar, pero hete ahí la controversia que genera ante unas obras que siendo ya de por sí de gran calado, cómo pueden terminar y gestionarse.
Pruebas y desechos de actuaciones tenemos por desgracia muchas para que sirvan de ejemplo de cómo no se debe actuar. Buscar una ciudad amable y cómoda creo que la firmamos todos, diferente será que el experimento tenga efectos colaterales que no se pueden dominarse ya. Quitar coches de las calles es una decisión con un resultado indescifrable al menos en El Puerto, se puede comprobar el efecto contrario que ha generado en el comercio local.
Quitar coches es paradójicamente crear más aparcamientos y visto lo visto tras el fiasco de Pozos Dulces, es para echarse a temblar. ¿Amable o incómoda?
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
