Con el Día Internacional de las Mujeres a la vuelta de la esquina, los partidos empiezan a tomar posiciones ante una jornada que se espera vuelva a vivir una movilización masiva como en 2018. La diferencia con el año pasado es que la euforia con la que entonces la Junta (gobernada por el PSOE) apoyó el 8-M queda muy lejos de la tibieza de la actual administración PP-C’s, que está liquidando la cuestión con declaraciones formalmente intachables pero con poco entusiasmo.
Una muestra de este respaldo descafeínado lo tenemos en que, al contrario de lo que ocurrió el año pasado, el próximo viernes ni el presidente de la Junta, Juanma Moreno (PP), ni el vicepresidente, Juan Marín (Cs), ni irán a ninguna manifestación de apoyo ni mucho menos secundarán el paro convocado. Moreno ha señalado que el día 11 estará en un acto institucional de entrega de premios sobre esta cuestión, por lo que el día 8 lo pasará, tanto a nivel “personal” como de gobierno, “trabajando, como siempre, en favor de la plena igualdad”. Marín, por su parte, ha anunciado que acudirá a un espectáculo de la Real Escuela de Arte Ecuestre en Jerez de la Frontera y que, desde el “respeto absoluto” al “derecho a la huelga” que cultiva Cs, lo cierto es que su formación no suele acudir a “manifestaciones”.
Sin banderas
Frente a esta aparente falta de entusiasmo oficial en la Junta, la única que se ha mostrado más activa ha sido la consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Rocío Ruiz, que sí irá a una manifestación (la convocada en Huelva capital) a la que piensa acudir no en calidad de consejera o política de Cs, sino “como una mujer más”. En este sentido, lanzaba un mensaje muy dirigido a las formaciones de izquierda, reclamando que se luche por la igualdad “sin banderas ni distinción ni colores, ya que la batalla por la igualdad real no es ni de izquierdas ni de derechas, esa es una idea trasnochada, es una lucha de todos y no es patrimonio de ningún partido”.
En una línea similar se mueve un PP con un perfil bajo ante el tema. La secretaria general de los populares andaluces, Loles López, ni confirmaba ni desmentía el apoyo de su formación a las las manifestaciones del 8-M, limitándose a señalar que sólo las respaldarán si son “en defensa de la igualdad entre hombres y mujeres y no, como está apuntando la cosa, para utilizar a la mujer para hacer campaña electoral y para apropiarse de algo que no es de ningún partido político sino de toda la sociedad y que se llama lucha por la igualdad”. Eso sí, insistía en que “nadie nos va a dar lecciones en esta materia”.
A tomar la calle
Al margen de los socios de gobierno tenemos a Vox, que ve desde una distancia sideral estas manifestaciones de “feminismo supremacista de género”. Y nos quedan PSOE y Adelante Andalucía, formaciones desde las que se está animando a la movilización y a tomar la calle el viernes al tiempo que reclaman a la Junta que apoye las protestas. Eso sí, no se desaprovecha para meter el dedo en el ojo del Ejecutivo andaluz ante la actitud tan pusilánime que está mostrando. Este lunes, la portavoz de los socialistas andaluces, Ángeles Férriz, acusaba a PP y Cs de “estar maniatados por el discurso retrógrado de la ultraderecha de Vox”. “La mayor ofensa este 8-M es tener un Gobierno andaluz rehén del machismo negacionista”, apostillaba.
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