Menús “incomibles” e “insípidos”, algunos días “insuficientes”, que “no invitan a la ingesta debido a la mala calidad tanto de productos como de cocinado” y que, por tanto, el alumnado “no merece”. Estas son sólo algunas de las conclusiones extraídas del documento que el equipo directivo del CEIP Gloria Fuertes de la Barriada de España, (hasta hace un par de años llamado José María Pemán) ha remitido a la Delegación provincial de Educación de la Junta de Andalucía en Cádiz. El escrito, con fecha de entrada del 4 de febrero y al que ha tenido acceso este periódico, expone los resultados de una cata realizada a conciencia por el citado equipo durante la semana del 28 de enero al 1 de febrero y deja al descubierto un malestar que se ha viralizado por grupos de padres de WhatsApp, con el mencionado documento acompañado de un audio, donde se dan más datos, como las “arcadas” que incluso llegan a presenciar por parte de los alumnos al degustar las propuestas culinarias en uno de estos días.
La polémica está servida y pone el punto de mira al servicio que presta la concesionaria Aramark, que gestiona los comedores escolares en la mayor parte de los colegios de Jerez y la provincia, a la que señalan por emplear “comida de mala calidad y muy mal cocinada”. Además, a raíz de esta denuncia, a medida que iba avanzando el día, eran más padres de otros centros los que se sumaban a las quejas, como ocurrió en el caso de los CEIP San José Obrero, Manuel de Falla y El Retiro. La cata realizada por profesores y la dirección del CEIP Gloria Fuertes sobre los menús diarios por los que las familias llegan a pagar una media de 90 euros al mes, a razón de 4,38 euros al día -si no tienen bonificación- deja poco espacio a la imaginación. Por ejemplo, en el caso de la “Crema de verduras ecológica (patata, zanahoria y calabacín) y salchicha de cerdo al horno con patata asada”, el menú del lunes 28 de enero, detallan que “la salchicha está seca con el borde reseco y la patata que le acompaña tiene sabor agrio”.
El miércoles 30 de enero tocó “Macarrones ecológicos con salteados de calabacín; abadejo al horno, ensalada de lechuga y maíz”, una propuesta que tampoco salió bien parada. “El calabacín de los macarrones no aparecía. Son macarrones hervidos, duros y resecos con una cocción deficiente. Insípidos. El abadejo incomible. Congelado y totalmente insípido. Sin ningún condimento ni apenas sal. Fuerte olor a pescado y sabor desagradable. Poco atrayente a la vista de un niño”. Salvando la tortilla francesa, que califican de “buena” y las ensaladas, “buenas también aunque con escasez de ingredientes”, pocos platos se libran de la quema en unos menús que, según las conclusiones resaltadas, “no muestran sabor agradable y atrayente para el alumnado”, evidencian “la mala calidad del pescado”, “abusan de la patata”, tienen “escasez de proteínas” y, en definitiva “una comida de mala calidad y muy mal cocinada”, que les lleva a cuestionar también la utilización de productos ecológicos así como un uso equilibrado de los alimentos, como requieren los menús de un comedor escolar. “Durante la semana solo un día ha habido carne”, señalan, refiriéndose a las salchichas.
Aunque la denuncia trascendió ayer a raíz de viralizarse el audio y la carta remitida a la Junta en los grupos de WhatsApp, la Federación de Asociación de Padres y Madres, Flampa, ya tenía previsto para mañana viernes una reunión con AMPAS de distintos centros para acordar medidas contra esta situación. No obstante, de momento, la presidenta de este colectivo, Geli Sánchez, prefiere mostrarse prudente y esperar a lo que decidan en este encuentro. Reconoce que ayer a raíz de la denuncia viral fue una locura en cuanto a las quejas de los centros, pero también le consta el caso de otros colegios que hasta ahora no se han dirigido a ellos para denunciar las deficiencias del menú del comedor escolar que presta esta misma concesionaria.
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