Educar para el futuro

Quizás me equivoque y los burros vuelen

Lo hacen al amparo de eslóganes y postulados falsamente feministas que espantarían a aquellas mujeres que hace un siglo esgrimían su capacidad para defenderse

Publicado: 01/02/2019 ·
10:59
· Actualizado: 01/02/2019 · 10:59
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Autor

Antonio Monclova

Antonio Monclova es biólogo, doctor en prehistoria y paleontología, master en arqueología y patrimonio

Educar para el futuro

Análisis, crítica y reflexión sobre las necesidades pedagógicas de la sociedad para difundir el conocimiento y la cultura

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Pero de verdad alguien cree que si las leyes de género fuesen adecuadas y las sentencias de algunos tribunales no fuesen polémicas habría tanta gente enzarzada en debates sobre la situación que se está creando. Ya está bien de perder tiempo en discusiones absurdas, es que acaso antes de existir las políticas de género no había denuncias falsas, manadas y violadores.

Claro que existía todo eso, pero entonces no se negaba que hubiese denuncias falsas, ni se eliminaba la presunción de inocencia del varón, ni se decía que violar mujeres o actuar en “manadas” es inherente a la condición masculina. Ese es el problema, no se le puede decir a la ciudadanía que el problema es que hay quienes no quieren que las leyes protejan a la mujer.

La manipulación que ejercen las políticas de género crea un falso empoderamiento en quienes dice amparar, erigiendo al estado y a quienes le apoyan en los únicos defensores legítimos de la lucha.

Lo hacen al amparo de eslóganes y postulados falsamente feministas que espantarían a aquellas mujeres que hace un siglo esgrimían su capacidad para defenderse ante los hombres y luchaban por una verdadera igualdad de la mujer pidiendo el voto, la mejora de sus condiciones laborales y un trato igual frente al hombre.

Aquel feminismo pretendía empoderar a las mujeres para defender sus derechos como seres humanos llenos de fuerza y no como esos seres débiles que según algunos teóricos/as requerirían ser defendidos por leyes injustas para impedir que los exterminasen sus “malévolos” rivales masculinos del entorno heteropatriarcal.

Unas mujeres que según esos mismos teóricos/as ante un “micro-machismo”, por absurdo que fuese, deberían sentirse ofendidas y denunciar, en vez ponerse en su sitio. A ver cuando se enteran todos de que una cosa es el feminismo por el que han luchado tantas mujeres y otra las políticas de generó que tan de moda están entre la autoproclamada progresía social y política.

Intentaré resumir brevemente lo que son estas políticas (lo siento por los ofendiditos): Con la excusa de que es necesario crear un entorno social en el cual las mujeres estén a salvo del hombre (especialmente heterosexual blanco), estos han sido criminalizados por las políticas de género, una división de la sociedad que ha causado cierto enfrentamiento entre los colectivos de mujeres y hombres.

Esto ha permitido que los que controlan esas políticas manipulen el entorno social para legitimar la defensa a ultranza de una de las partes enfrentadas (las mujeres) y así obtener el rédito político-económico por hacerlo.

Esta moderna lucha de géneros parece sustituir a la ya anticuada “lucha de clases” de la izquierda, en ambas cuando el estado da la espalda al pueblo y se posiciona en una lucha social (sea por el proletariado o por las mujeres) la libertad ciudadana termina pisoteada. Quizás me equivoque y los burros vuelen.

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