La pelota ha cambiado de tejado. La presión por facilitar el cambio de ciclo en Andalucía, tras casi cuatro décadas de gobiernos socialistas, ya no la tienen ni el PP ni Cs, que han pactado, firmado y ratificado un acuerdo de Gobierno. La tiene Vox.
Las presiones le vienen tanto desde la izquierda como desde los partidos firmantes del pacto. Vox, desde las elecciones del 2 de diciembre, ha repetido hasta la saciedad que "no va a ser un obstáculo para el cambio en Andalucía". Pero no para de poner condiciones.
En la estrategia política que llevan a cabo PP y Cs, el partido que preside Juan Marín en Andalucía no está dispuesto a negociar el apoyo de Vox a la investidura de Juanma Moreno. Eso le corresponde al PP, que desde el primer momento se ha mostrado dispuesto a negociar lo que haga falta con quien haga falta. Pero todo tiene un límite.
El documento que ha presentado Vox al PP con sus exigencias para garantizar el apoyo a la investidura de Juanma Moreno es "inaceptable" para el PP y así se lo ha hecho saber el secretario general del partido, Teodoro García Egea, que lo ha calificado de "despropósito". Y Ciudadanos ni siquiera se lo toma "en serio".
En el PP están convencidos de que la tabla reivindicativa presentada por Vox es una prueba de que el partido de Santiago Abascal, realmente, no quiere alcanzar ningún acuerdo y ya avisan de que si no cambia de postura estará desperdiciando una "oportunidad histórica" para el cambio en Andalucía.
Investidura alternativa
Las presiones por el otro lado llegan, ante la falta de un acuerdo tripartito, en forma de propuesta alternativa para la investidura del presidente de la Junta. La confluencia Adelante Andalucía está dispuesta a apoyar a un candidato "de consenso", no a Susana Díaz, "a fin de evitar que se conforme una agenda política reaccionaria, antisocial y antiandaluza".
El problema con que se encuentra esta opción es justamente el "consenso". Adelante no tiene intención de formar parte del Gobierno, con lo que le facilita al PSOE el camino, si finalmente los partidos de derecha no consiguen ponerse de acuerdo para investir a Juanma Moreno.
Pero Adelante no quiere apoyar a Susana Díaz, que mantiene su intención de presentar su candidatura a la investidura. La confluencia está dispuesta a dar su voto al PSOE (lo que, si Vox no se suma al proyecto de PP y Cs, daría más apoyos al candidato socialista que a Moreno en una investidura), pero quiere negociar quién será el "candidato o candidata alternativo" al "tripartito reaccionario".
Las reacciones y la matización de Vox
Las reacciones al documento planteado por Vox para apoyar la investidura del candidato del PP en las pasadas elecciones, Juanma Moreno, no se han hecho esperar. La secretaria general del PP-A, Dolores López, lamentó pocos minutos después de trascender el contenido del documento que Vox esté "bloqueando el cambio" en Andalucía y señaló que "ahora mismo hay más alegría en las sedes del PSOE que entre los votantes de Vox en Andalucía".
Por su parte, Ciudadanos Andalucía emitió un comunicado en el que ponía de manifiesto que "no parece serio hablar de cambio de festivos cuando se está negociando un cambio en Andalucía con prioridades como la regeneración democrática, bajada de impuestos, autónomos, Educación e Igualdad".
Hasta Vox rectificó su propia postura tras ver las reacciones que habían generado sus propuestas, señalando que es un "documento negociable". En Twitter, el partido de Santiago Abascal explicaba que "nosotros presentamos un documento negociable de 19 medidas, con ánimo de llegar a un acuerdo. Otros han tratado de dinamitar el cambio presentando un documento innegociable".
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