Han pasado casi dos semanas de la celebración de las elecciones andaluzas y todavía es posible encontrar partidos y medios de comunicación que siguen empeñados en localizar, ubicar, distinguir y diseccionar a los votantes de vox. Los partidos, generalmente los perdedores, para señalar a esos irreflexivos que han decidido abandonar los fármacos tradicionales que les tenían prescritos y optar por la automedicación. A falta de autocrítica no llegan a comprender como el personal estaba ya harto de tanto genérico barato de efecto placebo. Los medios de comunicación, aquellos en los que prevalece la doctrina sobre la información, simplemente por el morbo y los índices de audiencia.
En El Puerto hubo 5.337 personas que votaron a vox. Aunque no comparta ni la ideología ni el programa de dicho partido, para mis sus votos son tan válidos y democráticos como los depositados por los otros 31.000 portuenses que el día 2 de diciembre se decidieron por otras opciones políticas, de derecha, centro o izquierda. Y a no ser que estuviera interesando en un marketing electoral me da igual que vivan en la costa oeste o en Doña Blanca; que lleven una camisa de Yves Saint Laurent original comprada en la tienda o una de imitación adquirida en el mercadillo; que sean empresarios, autónomos o asalariados. Como decía la antigua norma de urbanidad: “señalar ésta muy feo”.
Dentro de seis meses tendremos elecciones municipales y muchos se preguntan si los resultados de las autonómicas se repetirán. Lo normal es decir que no es posible la extrapolación, ya que se trata de elecciones distintas y al ser las locales más cercanas al ciudadano se valora más, por encima de las siglas, al candidato y las personas que lo acompañan en los puestos de cabeza. Ello es cierto, pero tampoco se producen unas oscilaciones demasiado ostensibles. En 2015 entre andaluzas y municipales tan solo bailaron tres concejalías, una que le arrebató el PP a Ciudadanos (donde la candidata, la Sra. Gómez, parece que resto votos) y dos que le arañó IU a Podemos-Levantemos (quizás porque los votantes se dieron cuenta que Levantemos no era Podemos).
Si ese margen de variación se mantiene estable, en el ayuntamiento que salga elegido en mayo de 2019 los tres partidos de derechas (PP, Ciudadanos y VOX) pueden sumar entre 13 y 16 concejales y provocar un vuelco en el gobierno local. Por ello, los que tratan con el Sr. alcalde, comentan que se encuentra bastante contrariado, primero porque su gestión no se ve refrendada (a lo mejor porque no hay gestión que refrendar) y segundo porque en la próxima campaña electoral, al haber perdido el PSOE el control de la Junta de Andalucía, no podrá contar con las propagandísticas visitas de los cargos institucionales.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
