Que el teatro debería estar donde el museo Ibero, éste donde aquél, Peritos y Magisterio seguir dando vida a la ciudad, el Corte Inglés con cines donde la estación de autobuses para hacer de conexión comercial con el pequeño comercio, y los autobuses integrados con los trenes en Renfe, en el casco urbano. Esto lo oyes a diario y, sin embargo, el diseño de la ciudad va al revés, en el último caso porque el Ayuntamiento se quiere llevar la intermodal a las afueras, junto a un polígono industrial. Pero, a propósito del palacio de deportes “Olivo Arena”, del que soy máximo defensor, la ciudadanía se vuelve a preguntar si la única opción es sacarlo de la ciudad, al Ifeja. Una jugada a la que el Ayuntamiento no pone un pero, posiblemente porque se quita la patata caliente de financiar lo que no tiene, y el posterior mantenimiento. A la Diputación, que hay que agradecerle su implicación, le sale redondo porque el Consorcio de Ifeja se pensaba levantar un nuevo pabellón para Expoliva, y así se matan dos pájaros de un tiro. Si los razonamientos quedan sólo ahí, y se olvidan del modelo de ciudad, volvemos a cometer el mismo error. Por eso existe, desde hace meses, el debate del emplazamiento. Ya se habló de meter el Olivo Arena en las Fuentezuelas, o en el Bulevar, y ahora de reconvertir el infrautilizado coso de la Alameda en centro multiusos, como hacen Vitoria o Burgos, por ejemplo. Ojo, no se habla de derribar la plaza, sino de adaptarla, y no se habla de acabar con lo taurino, sino de incrementar usos. Como en Burgos, que por 5,5 millones de euros lo consiguió y le da bastante vida al año, y no sólo cuatro o cinco tardes. Si aquí costara igual, con los 15 millones restantes de la prevista inversión del Olivo Arena daría también para Ciudad Deportiva en algún sitio. Así, se sacaría un dos por uno, por el mismo precio. Y es que elegir la ubicación de los equipamientos e infraestructuras no es cosa baladí. Readaptando la plaza de toros, los jienenses podrían ir a pie y los foráneos aparcando en una de las 1.000 plazas de estacionamiento de los parking Alameda o Hípico (cuando lo acaben), además de utilizar el parking disuasorio del tranvía y llegar en éste hasta la parada centro. Ese reguero de personas transitando por las calles revitalizarían el centro, el comercio y la hostelería. Personas que entran en la ciudad, la conocen y visitan. Desterrar hacia fuera vacía la urbe. Tampoco la Universidad tiene uno solo de sus 15.000 universitarios en el casco urbano. Y si en Málaga, su Diputación está readaptando el coso para darle vida a esa ciudad, o aquí en Jaén nuestra Diputación se implicó en adquirir la sede privada de Banesto o la Cámara de Comercio. O si Ayuntamiento, Junta y Universidad conveniaron ubicación con el Corte Inglés o el Centro Deportivo… no entiendo que ahora vayan de espaldas a un clamor, teniendo un edificio enorme vacío en una capital cuyo centro se nos muere. Todo está inventado, vean Burgos.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
