La Comisión se reunió ayer en Almonte (Huelva) para analizar las consecuencias del vertido de crudo que este verano se produjo en la línea submarina de la boya de la Refinería La Rábida de Cepsa, en Palos de la Frontera (Huelva), que llegó hasta el litoral de Doñana.
En declaraciones a EFE, el portavoz de WWF en la Oficina de Doñana, Juanjo Carmona, indicó que en el encuentro la Junta de Andalucía dio a conocer los informes realizados por el Espacio Natural sobre lo ocurrido en los límites de éste y otro de la Estación Biológica de Doñana sobre las consecuencias del vertido en el interior.
"Ha quedado constatado que los efectos han sido mínimos o nulos y que ha sido la suerte la que nos ha salvado de problemas mayores", señaló, al tiempo que informó de que, tanto en los informes como en los debates, se llegó a la conclusión de que durante el suceso hubo una "descoordinación importante" y que los planes de emergencias existentes son "inadecuados y escasos".
Asimismo, apuntó que también quedó constatado que "faltan conocimientos básicos sobre el litoral de Doñana" y que "en caso de un gran vertido nos encontraríamos ante un gran problema".
Carmona lamentó que durante el debate la Junta de Andalucía "haya obviado en todo momento" la discusión sobre el transporte de productos derivados del petróleo por estas costas y sobre proyectos como la ampliación de la Refinería La Rábida o el oleoducto Balboa, "porque sabe del claro aumento de los riesgos que supondría para la costa de Doñana".
Por su parte, el portavoz de Ecologistas en Acción, Juan Romero, informó de que los grupos conservacionistas presentarán en el próximo Consejo de Participación de Doñana, que se celebrará a finales de año, una resolución para instar a este órgano a reconsiderar su postura sobre las nuevas infraestructuras energéticas en el entorno de Doñana.
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