El alcalde, Esteban Morales, ha vuelto a mostrarse esperanzado en poder resolver lo antes posible la situación en la que se encuentra el edificio que albergará el nuevo cuartel de la Guardia Civil, y ha manifestado que tras la última reunión celebrada a principios de presente mes de octubre en Madrid, el Instituto Armado se ha comprometido definitivamente a aceptar el inmueble, lo que sin duda supone un “paso adelante” para desenredar la madeja de un problema que lleva más de una década latente en la vida política local. Ante las recientes declaraciones de la subdelegada del Gobierno en la provincia, que ya aludió a la existencia de avances sobre este asunto, Morales explicó que “tras el parón veraniego y con el cambio de gobierno, habíamos retomado los contactos con visitas a solucionar el problema, por este motivo mantuvimos un encuentro en la sede de la Gerencia de Infraestructuras y Seguridad del Estado (GIESE) al que acudí junto a la secretaria y al arquitecto municipal, y allí trasladamos a los responsables de la Guardia Civil que considerábamos ya cumplidas nuestras obligaciones desde el ámbito más general”. Durante la reunión, el regidor pontanés también desveló que “se llegó al acuerdo de que la Guardia Civil aceptaba el edificio que se estaba proponiendo, con la única condición de que realizásemos algunas cuestiones relacionadas con la subsanación de deficiencias de la propia obra surgidas a lo largo de los últimos años, pero que no eran nuevas inversiones ni tenían que ver con las últimas actuaciones llevadas a cabo en el recinto relacionadas con los ascensores o la climatización”. En opinión del alcalde, la reunión mantenida en la capital de España, “ha supuesto el punto de inflexión que necesitábamos para que la Guardia Civil acepte que el edificio se va a destinar a un nuevo acuartelamiento, y que, una vez que nosotros podamos concluir esas pequeñas cuestiones, se proceda ya a consumar esa permuta o cambio de titularidad para que, por fin, el inmueble tenga el destino para el que se construyó”. Morales también indicó que el principal obstáculo que ha venido arrastrando este asunto a lo largo de los últimos años venía dado por las dudas que la GIESE mantenía, desde el punto de vista técnico, “de que las obras realizadas cumplieran con los criterios que nos habían planteado en materia de accesibilidad”. “Ante ello, el Ayuntamiento planteó que lo que se hizo era la única solución técnica posible después de haber concluido la obra y haber añadido la construcción de los ascensores a un edificio, ya concluido, que inicialmente no contaba con ellos”, dijo el alcalde, quien añadió que “lo que ahora nos plantean, esas pequeñas incidencias, como puede ser la mejora de la pintura, que lleva cierta antigüedad, o la reposición de azulejos caídos en el interior de alguna vivienda, son perfectamente asumibles en consonancia con ese deseo que, al fin, ha mostrado la Guardia Civil de estar por la labor de recepcionar ese edificio”. “El trabajo que llevamos para concluir este asunto lleva un recorrido importante, desde 2013, con unas dificultades económicas del propio Ayuntamiento y, ante eso, queríamos ver esa disposición de la GIESE que así se manifestó en Madrid, por lo tanto, esto nos ha tranquilizado, y a partir de ahora nuestro compromiso está en resolver esas incidencias señaladas a lo largo de este trimestre, y que ya en el primer trimestre de 2019 tener la solución definitiva del proyecto de edificio de cuartel de la Guardia Civil en Puente Genil”, precisó.
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