No somos conscientes de que el 70-80% de nuestros días nos lo pasamos quejando, protestando o estando en desacuerdo con algo o con alguien. Que cada día que pasa, nos valoramos menos y desvalorizamos más todo lo que tenemos a nuestro alrededor. Y es que somos los que atraemos o repelemos las cosas positivas. Que también depende de cómo lo miremos. Como ya sabemos, el vaso puede estar medio lleno o medio vacío, tan solo varía la forma en la que lo mires. Debemos pensar siempre en positivo, que si algo no sale bien, tal vez fue porque no era nuestro momento y algo mejor nos llegará. Eso sí, para que llegue tenemos que buscarlo. De nada vale sentarse a esperar, sin trabajo, sin esfuerzo, sin sacrificio. Porque la vida pasa y no tenemos que mirarla, tenemos que unirnos a ella. Subirnos a esta oportunidad que se nos ha brindado. Ser sus mejores aliados. Y vivirla, con fuerza, con ganas, con ilusión. Como si cada mañana, nada de lo anterior hubiera pasado. Como si fuera nuestro último día en la Tierra. Porque nunca se sabe qué nos tiene preparado el destino. Por eso sé feliz o al menos trata de serlo. Por eso vive y deja vivir. Nadie puede vivir por nosotros y nosotros tampoco vamos a vivir por nadie. Porque todos debemos ser libres. Porque nadie debe manejar nuestras riendas. Así que corre, sube al tren, que tu momento comienza aquí, justo detrás de estas letras.
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