No es seguro que el gobierno de Pedro Sánchez consiga aprobar los Presupuestos Generales del Estado de 2019. Pero, a raíz del acuerdo logrado entre PSOE y Podemos su posibilidad de aprobación está más cerca. Entre el PSOE, Podemos y Compromís del País Valenciano llegan a los 155 votos, diez votos menos que los que suman Ciudadanos y Partido Popular. Comienza un recorrido complicado que se inicia con la presentación a la Comisión Europea y tiene que saltar el muro que ha establecido el Parido Popular en el Senado. Pero su suerte será la misma de la línea Maginot que construyó Francia para defenderse de los alemanes. Caerá. Después viene lo más complicado. Los votos del Partido Nacionalista Vasco los puede lograr el gobierno con las habituales cesiones –que ya practicó Mariano Rajoy –a los nacionalistas más cuerdos, razonables y de extensa colaboración con el Estado, desde su cómoda posición de contar con el inescrutable Concierto Económico. Bien entendido que mejor no tocarlo porque con el “problema catalán” ya tiene el país suficiente.
El bloque de apoyos tiene que lograrlo el gobierno en el otro nacionalismo, el catalán, que tiene un aliciente que no podrán rechazar – 1500 millones de euros- y Andalucía apoyará - en pleno periodo electoral y con un Consejo de Ministros convocado para el 26 de octubre en Sevilla- con una dotación extra de financiación cercana a los 1000 euros. Las exigencias de liberación de presos que blande Quim Torra, el presidente catalán, para el que lo quiere oír, son inasumibles para el gobierno. No puede ser de otra manera porque afecta a otros poderes del Estado, el judicial específicamente. No está en sus manos resolverlo. Otras medidas sí serán posibles y de sllo ya han hablado la vicepresidenta Carmen Calvo con Elsa Artadi, consejera de Presidencia de Cataluña, y que sabrá hacer las flexiones necesarias como buena aficionada al yoga.
Ante el anuncio de los acuerdos presupuestarios el Partido Popular y Ciudadanos, que se encontraban en el monte, se van directamente al Mulhacen y el Teide, los picos más altos de España peninsular e insular, para hacer una pira funeraria con el proyecto de presupuestos. De la crispación a la histeria el camino no es muy complicado. Del bloqueo a la desesperación tampoco. La orientación de los Presupuestos hacia los postulados de la gente que ha sufrido la crisis fortalecerá a la izquierda.
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