En román paladino

Una encuesta de cajón

Que el 87 % de los campogibraltareños esté preocupado por los efectos del Brexit en el empleo  es de sentido común

Publicado: 03/10/2018 ·
09:35
· Actualizado: 03/10/2018 · 09:35
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Autor

Rafael Román

Rafael Román es profesor universitario, miembro del PSOE, exconsejero de Cultura y expresidente de la Diputación de Cádiz

En román paladino

El autor aborda en su espacio todos los aspectos de la actualidad política tanto de España, Andalucía y la provincia de Cádiz.

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Que el 87 % de los campogibraltareños esté preocupado por los efectos del Brexit en el empleo  es de sentido común, que el 81 %  desee un aprovechamiento  del aeropuerto de Gibraltar es de cajón. 

Si cada día entran 13.000 personas a trabajar al Peñón, en una comarca con porcentajes de desempleo  de  la cuarta parte de  su fuerza laboral -  30.000 personas en paro - no es de extrañar que la mera posibilidad de oír la palabra “Brexit” lleve a la preocupación y  sus sinónimos: desasosiego, intranquilidad, ansiedad, nerviosismo, inquietud, pesadumbre, malestar y   angustia a los que entran en la primera  empresa de Andalucía, si tomamos como un todo el centro de trabajo denominado Gibraltar.

En relación al aeropuerto - en un comarca que aún vive con  una conexión ferroviaria del siglo XIX  -  el tren inglés -  de  “The Algeciras (Gibraltar) Railway Company Limited” - que se pongan pegas políticas, en pleno siglo XXI , al uso del aeropuerto es de nota.

Carlos III intentó por las armas la conquista de la Roca, Franco, con un plan concertado con Hitler, la operación Felix, después cerró la frontera/verja, la abrió Felipe González por la entrada en la ahora Unión Europea.  Aznar y García-Margallo probaron la cosoberanía, mientras en el Peñón se producía la transformación de fortaleza militar a centro de servicios turísticos, comerciales y financieros , con una Constitución refrendada por los yanitos y por el parlamento británico. Y   por los libros, el Tratado de Utrecht,  las resoluciones de la ONU y los procesos de Lisboa y Bruselas... y  mientras la comarca, frontera de continentes,  tránsito  de personas,  culturas y civilizaciones, espera más temerosa que esperanzada los resultados que afectan a la gente corriente   - eso refiere la encuesta a 700 residentes campogibraltareños- con la pérdida de empleo,  el impacto económico negativo,  la reducción de salarios o el retroceso en la libertad de movimiento por el Brexit.

El Estrecho de Gibraltar sigue siendo una zona estratégica muy  sensible.  Creer que LA alteración de status o un avance en  las reclamaciones territoriales no tendría repercusión en los vecinos de enfrente más que ingenuidad es un delito de lesa temeridad.

Moratinos anduvo un camino -truncado cuando llegó García-Margallo- que abrió el paso a la porosidad entre las partes. Se abandonaron  los reproches y las ofensas para adentrarse en unas relaciones de modernidad, buscando el progreso mutuo. Los populares no dejaron , por despecho rancio, que cuajase ese espíritu. Ahora hay otra oportunidad. En nuestras manos está.

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