Hay que tener sangre para aguantar lo que nos mandan. El ninguneo a la provincia de Jaén, histórico y sin distinción de siglas, supera lo tolerable. Si hace unos días nos anunciaban que pasaría un talgo y pararía en la estación Linares/Baeza exclusivamente para cambiar de maquinista y sin que se diera opción a subida de viajeros, ahora nos comemos que la Junta de Andalucía excluye la rica gastronomía jiennense de la campaña turística "Paisajes del Sabor". Una campaña de promoción por importe de 270.000 euros que da cuenta de Granada, Sevilla, Málaga, Córdoba, Huelva y Cádiz (algunas con varios productos gastronómicos promocionados)... y se olvida de Jaén y Almería. Ambas desterradas, expulsadas, castigadas y ninguneadas. Y no es la primera vez. Lo que ocurre es que en esta provincia hay ya dos plataformas ciudadanas ('Jaén Merece Más' y 'Todos a Una por Linares') que están poniendo las cartas sobre la mesa, porque sigue llamando la atención los silencios sepulcrales que guardan determinados colectivos, asociaciones o agentes sociales que no dan la cara ni se pronuncian cuando estas cosas ocurren. No es un reproche, es una llamada de atención a quienes dirigen esas entidades y que debieran liderar la reivindicación social en bien de Jaén, de sus gentes y de esta tierra. La apatía y el conformismo son el mal que vienen derrotando a Jaén y quienes ocupan cargos de responsabilidad (no sólo políticos), han de ser los que se lancen a tumba abierta en defensa de los intereses de Jaén, con claridad, porque es una necesidad ética y el pueblo necesita referentes en todos los niveles. Volviendo a lo de los 'Paisajes del Sabor', resulta inconcebible que la propia presidenta de la Junta, Susana Díaz, se haya permitido el lujo presentar una campaña que deja fuera al aceite, el producto base y estrella de la dieta mediterránea. El olvido del olivo. Es, además, un varapalo a la propia Diputación, que lleva el Oleotour por bandera y va a premiar a los empresarios del AOVE de Jaén por su contribución a la calidad gastronómica y al oleoturismo. Pero, es que Jaén puede presumir de mucho más, por ejemplo la denominación de calidad IGP (Indicación Geográfica Protegida) Cordero Segureño, o la IGP de los vinos de la Sierra Sur, los de Bailén y Torreperogil, entre otros. Sin olvidar las tapas que, si contaran con la apuesta de la administración y los hosteleros, a buen seguro conseguiría la Declaración de Interés Turístico Andaluz, como lo han hecho los hosteleros de Almería capital y les supondrá la llegada de subvenciones y promoción oficial pública. No podemos seguir viéndolas venir y estar callados. Tantas afrentas y esta realidad de que a los de Jaén nos toman el pelo, tiene que cambiar. Y que se refleje con voz propia de colectivos. Aquí ya estamos más que hartos de desprecios y marginación, oficial y oficiosa, de la Junta contra Jaén (y Almería). Rutas turísticas gastronómicas para ir a comer o de turismo sí, pero no para que nos engullan a nosotros. Viva Jaén.
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