Hasta el próximo 16 de septiembre se puede visitar en el salón cultural San Miguel de la calle Corredera la exposición de pintura contemporánea titulada ‘Albor’, del joven arcense Miguel Pérez Higueras ‘Migueraz’. Residente en la barriada El Portichuelo, a sus 22 años de edad acaba de finalizar sus estudios de Bellas Artes en Granada, ciudad que, sin decirlo, parece tenerle cautivado, como a todo aquel que tiene la dicha de ‘perderse’ en su paisaje urbano y sentimental. Sin embargo, ha querido que su ciudad natal, Arcos, sea el escenario del banco de pruebas para futuros proyectos expositivos, amén de sentirse casi obligado a exponer ante su público.
Cuando realizó el segundo curso de la ESO en el IES Alminares, tuvo la suerte de recibir clases del profesor Manuel Del Valle, que es un conocido pintor de Jerez que supo transmitirle su amor por el arte. A Miguel le llamó la atención de su profesor su capacidad de combinar la creación pictórica con la labor docente, además de valorar su creatividad. Además, Del Valle, como él mismo, es un gran aficionado a la música, así que mayor afinidad
Miguel Pérez se trae por ahora de Granada una rica experiencia vital y artística, para asegurar que ha aprendido mucho de sus compañeros y profesores, de las largas tertulias donde se habla de arte, de dibujo, de pintura... y donde se intercambian experiencias.
Su pintura, “dentro de que todo ahora es contemporáneo’, es pintura icónica, gráfica, graficoplástica..., que incurre en ocasiones en el surrealismo, sin por ello perder el norte de la actualidad más rabiosa. No obstante, su obra suele partir de una figuración previa, de la deconstrucción de un objeto o un concepto. Migueraz juega con estas ideas, para debatirse entre la figuración y la abstracción, o, dicho de otro modo, entre lo que le gustaría que fuera la realidad y entre lo que ésta podría ser. Porque tal vez no exista una realidad como tal, y que la realidad sea solo una imagen que no todos percibimos del mismo modo. De hecho, el pintor recurre a temas cotidianos, a objetos simples, a momentos más o menos placenteros que merecen una reflexión con el pincel o el lápiz y, cómo no, a su ciudad. Y es que, que se sepa, ningún pintor nacido en Arcos ha dejado de pintar en alguna ocasión a este fotogénico pueblo, inspirador de tantos...
A la par que dibuja, traza líneas imaginarias, nuevas formas de construcción pictórica que desembocan en un mundo por lo general abstracto.
‘Albor’ es, por tanto, su primera exposición individual, después de otras experiencias colectivas desarrolladas en Granada. Es su primera incursión como artista en la sociedad arcense, de la que está muy contento por la buena acogida de la muestra y las primeras críticas recibidas. Medio centenar de obras que muestra la amplia obra del pintor pese a su juventud, su primera y densa producción que sin duda dará paso a nuevos proyectos expositivos, aunque su gran deseo es seguir aprendiendo. Por lo pronto, tiene previsto prepararse un doble máster en Granada, seguir pintando y desarrollándose como artista y como persona.
Por ahora, está maravillado con el hecho de exponer en el salón San Miguel, un lugar mágico que rezuma luz y religiosidad, cuyas dimensiones y fisonomía permiten al artista exponer en un recoveco que de algún modo fuerza al espectador a encontrar su obra en doble sentido. Pasen ustedes por la antigua iglesia de San Miguel y compruebenlo. Seguro que lo entenderán.
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