En román paladino

Se acabó el amor…

Ahora toca argumentar las excusas. A Ciudadanos le conviene

Publicado: 06/09/2018 ·
13:38
· Actualizado: 06/09/2018 · 13:38
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Autor

Rafael Román

Rafael Román es profesor universitario, miembro del PSOE, exconsejero de Cultura y expresidente de la Diputación de Cádiz

En román paladino

El autor aborda en su espacio todos los aspectos de la actualidad política tanto de España, Andalucía y la provincia de Cádiz.

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Parece que el idilio,  que más tarde se tornó en convivencia –aunque en casas separadas-  se ha terminado. Se han presentado ya los papeles de ruptura de la vida en común en el juzgado de la opinión pública y es cuestión de muy pocos días que las partes firmen en ese tribunal los papeles de la separación y divorcio conjuntamente, para ahorrarse trámites innecesarios.

Las imágenes y metáforas no deben ser muy prolongadas  para no perder el hilo de la narración, así  que ya saben de lo que se trata – orillando las figuras literarias -: El PSOE de Andalucía y Ciudadanos han decidido una ruptura pactada en su acuerdo de legislatura que comenzó tras las últimas elecciones autonómicas de 2015.  Pero no conviene olvidar que entre las elecciones de marzo de 2015 y la formación de gobierno en Andalucía mediaron varios meses de bloqueo político que se desatascó en el mes de junio de ese mismo año por el acuerdo con Ciudadanos. Sus nueve escaños sirvieron para hacer presidenta a Susana Díaz, no repetir elecciones y darle a Ciudadanos un papel central que le regalaron el resto de los partidos –de izquierda y de derecha- que se plantaron en un anticipado No es No,  que luego se repitió –corregido y aumentado – en la política nacional. La diferencia fundamental estribó en que en Madrid se ensayaron diferentes candidaturas a la presidencia del gobierno – Pedro Sánchez y Mariano Rajoy -  y en Sevilla no. Nadie se postuló en Andalucía para una candidatura alternativa, con lo que el No es NO carecía de sentido.

Se acabó el amor. No de tanto usarlo. Se acabó el amor porque los tiempos acucian. La legislatura andaluza no puede alargarse más allá de marzo, como es de sobra conocido, con lo que desde este momento se está en tiempo de descuento. Un adelanto de tres o cuatro meses no es técnicamente un adelanto, es usar sagazmente una prerrogativa que el presidente o presidenta de cualquier gobierno tiene para llevar el agua a su molino. La conveniencia es también un estimable valor político.

Ahora toca argumentar  las excusas. A Ciudadanos le conviene porque puede aspirar a triplicar sus escaños e intentar sobrepasar al Partido Popular. Se verá.  Pero el reto es posible y ya es mucho. La opción del PP es desvaída y la de Unidos Podemos no encandila.

 

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