Hablillas

Lectura de playa

Esta obra tuvo que compartir contemporaneidad con los Hobbits, batiéndose con ellos en las librerías.

Publicado: 26/08/2018 ·
16:56
· Actualizado: 26/08/2018 · 16:57
Autor

Adelaida Bordés Benítez

Adelaida Bordés es académica de San Romualdo. Miembro de las tertulias Río Arillo y Rayuela. Escribe en Pléyade y Speculum

Hablillas

Hablillas, según palabras de la propia autora,

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La publicidad ha optado por este lema para promocionar títulos y autores nuevos y no tanto, pero que están ahí, a la espera de ocupar un rato en las vacaciones, de ser parte e ellas. Hemos visto anuncios de lectores con entradilla sobreimpresa a modo de sugerencia para estos días de descanso, sin embargo un artículo de El Confidencial de mediados de julio recomendaba una lista encabezada por Olvidado rey Gudú de Ana María Matute.

Es curioso, han tenido que pasar cinco años de su muerte y veintidós desde la  publicación del que fue el libro de su vida, el que creció dentro de ella como si fuera un árbol, según sus propias palabras para que sea recomendado. Sus más de ochocientas páginas no asustan, ya que desde el primer párrafo el lector se queda prendado, prendido y pendiente de los hijos del Conde Olar, que heredaron la extraordinaria fuerza física, los ojos grises, el pelo áspero y rojinegro y la humillante cortedad de piernas de su padre.

Esta obra tuvo que compartir contemporaneidad con los Hobbits, batiéndose con ellos en las librerías. Por esa razón su estela fue muy fugaz, incluso la crítica la obvió y quienes hablaron de ella lo hicieron sin conocerla, sin haberla leído, como la propia autora afirmó, al ser comparada con Tolkien. Esta obra silenciada, arrinconada, maltratada en su momento, trata de las aventuras de un rey que por decisión de su madre no conoció el amor, a fin de evitarle el sufrimiento.

Con un tono narrativo trepidante y firme, ágil y sereno el lector se integra en la trama como un personaje más de la cohorte que rodea, acompaña, teme y hace sufrir a este peculiar soberano condenado sin saberlo al peor de los castigos. Una obra que embelesa, que nos encierra en el montón de páginas que la conforman sin hacer caso del peso y el volumen del libro, sin darnos cuenta de que estamos leyendo uno de los cuentos más largos de nuestra historia, el que sólo Ana María Matute podía escribir, porque sólo ella logró en sus novelas la espontaneidad, la autenticidad y el intimismo este breve, intenso y erróneamente llamado subgénero literario.

Olvidado Rey Gudú revive. La descarga para e-book cuesta dos euros menos que la edición de bolsillo. En ésta, la mano agrupará con trabajo las páginas leídas tras la ilustración. El lector decidirá. A pesar de todo la magia se hará, ya que le estremecerán los gritos del rey en lugar de los del gentío, sentirá el aire y la luz del sur en vez del levante y el relumbre y será capaz de oír el río Oser al transformar en susurro el insoportable y aterrador rugido de las olas.  

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