Más de 190.700 alumnos utilizarán de forma diaria durante el nuevo curso 2018-2019 el servicio de comedor escolar en Andalucía, lo que supondrá la distribución de un total de 21,5 millones de menús. La Consejería de Educación ha ofertado esta medida de apoyo a las familias en 1.960 centros docentes públicos de toda la comunidad autónoma, 24 más respecto al pasado periodo académico.
Este servicio complementario se ofrece a un precio público de 4,38 euros diarios y, además, se cuenta con un sistema de bonificaciones para hacerlo más accesible. Estas ayudas pueden ir desde el cien por cien para las familias con más dificultades económicas hasta el diez por ciento, disfrutando las familias monoparentales de un régimen especialmente favorable, según ha informado la Consejería en un comunicado.
También están exentos de pago los que tienen que salir fuera de su localidad de residencia para asistir a su centro docente, así como aquellos que, por motivos familiares, se encuentren en situación de dificultad social extrema o riesgo de exclusión, incluidos los hijos de mujeres víctimas de violencia de género.
Los comedores escolares se generalizaron a partir de año 2002 con el desarrollo de los planes de apoyo a las familias andaluzas y de ampliación de horarios de centros educativos. Su implantación comenzó así en 730 centros y desde entonces se ha ido extendiendo no sólo como un servicio dirigido a facilitar la conciliación de la vida familiar y laboral, sino como una importante medida para mejorar los hábitos alimenticios de los niños y prevenir problemas de salud como la obesidad.
Los menús son supervisados cada mes y se ajustan a las recomendaciones de la Consejería de Salud y del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en cuanto a los estándares de calidad y alimentación saludable.
Los comedores han promovido así una alimentación completa que está supervisada por nutricionistas y que, entre otros aspectos, se caracteriza por la presencia diaria de verdura y fruta fresca; el uso de aceite de oliva virgen extra; una mayor proporción de pescado que de carnes; la limitación de alimentos precocinados y fritos y la apuesta por la dieta mediterránea y los productos ecológicos.
El servicio de comedor ha incluido la presencia de monitores que deben atender a los escolares durante las comidas y en el tiempo anterior y posterior a las mismas. De este modo, debe haber al menos un monitor por cada 15 comensales en Educación Infantil de segundo ciclo; uno por cada 25 en Primaria y uno por cada 35 en Secundaria Obligatoria, siendo el número mínimo para la atención al alumnado de dos personas.
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