La carpeta en la que se archivan los informes sobre el futuro museo de la Semana Santa de Sevilla se reabrirá a partir de septiembre. Es la idea del Ayuntamiento de Sevilla, que tiene como fin establecer definitivamente las líneas maestras para poner en pie este demandado centro expositivo destinado tanto a sevillanos como a turistas.
Un proyecto que, tras los últimos acontecimientos en el seno del Consejo de Hermandades, ha recaído en manos del Consistorio, más concretamente del Área de Fiestas Mayores, a pesar de que éste debería contar con el plácet de todas las hermandades a través del propio Consejo, institución que un principio comenzó a esbozar el contenido y continente de un espacio que tomaría el cariz de centro de interpretación para diferenciarse de un museo al uso.
No hablamos de un proyecto fácil ni de ejecutar, ni sencillo de financiar con los prepuestos municipales. Por eso, desde un primer momento y sin que haya nada decidido, no se descarta buscar una empresa promotora que se encargara de la parte logística.
San Clemente, en la pole
Lo que sí ha comenzado a plantearse es el espacio idóneo que ofrezca todos los condicionantes para acoger este futuro centro de interpretación de la Semana Santa hispalense. Un lugar que disponga una óptima accesibilidad, con una suficiente amplitud para desarrollar el contenido y ubicado en un enclave destacado para explotar su promoción turística.
Así, tras sumar este triángulo de requisitos, aparece en escena el antiguo Monasterio de San Clemente, situado en el entorno de la calle Torneo y muy cerca de la Alameda de Hércules. O lo que es lo mismo, un museo enmarcado en el segundo anillo del casco histórico de Sevilla.
San Clemente, espacio en el que aún hoy se encuentra a medio gas el Centro de las Artes de Sevilla (CAS), cuenta con los condicionantes necesarios para pensar que este antiguo monasterio que tiene más de 750 años de historia sea el escenario elegido. Fundamental por la accesibilidad que ofrecería, ya que los autobuses turísticos tendrían en la vía de servicio de la calle Torneo un tramo suficiente para detenerse sin perjuicio para el tráfico rodante. Más adelante se situaría la zona de recepción al visitante.
Por otra parte, este monasterio está compuesto por amplias salas diáfanas, de unos 400 metros cuadrados cada una, además de los patrimoniales patios interiores que podrían servir como itinerarios divulgativos.
De Artillería a las monjas del Císter
Hoy por hoy este proyecto se encuentra en un proceso embrionario. El entonces denominado como Centro Municipal de Documentación de la Semana Santa de Sevilla -cuando Juan Espadas era candidato en 2015- requiere de dos bazas fundamentales para que San Clemente abra sus puertas a este futuro centro de interpretación cofrade.
En primer lugar, que el CAS, con una actividad mermada en los últimos tiempos, salga del número 18 de la calle Torneo y tome como nuevo destino la reformada Fábrica de Artillería. Así está fijado en el ideario del delegado municipal de Cultura, Antonio Muñoz. Seguidamente, el Ayuntamiento tendría que volver a alcanzar un acuerdo con las monjas de la orden del Císter, propietarias del monasterio, para ampliar los 25 años de concesión caducos en 2017 con el objetivo de convencerlas de este nuevo proyecto destinado de manera más directa a la religiosidad popular y la espiritualidad. Una tarea que a priori no será fácil.
Así y con todo, será en septiembre cuando el Ayuntamiento inicie un camino largo, sin plazos aún previstos, para construir el demandado museo o, mejor dicho, el Centro de Interpretación y Divulgación de la Semana Santa.
Un centro expositivo sensitivo, artesanal y divulgativo
Dentro de este nuevo replanteamiento se abren multitud de puertas con distintas ideas. Si el fin es mantener la esencia de un centro de interpretación y divulgación de la Semana Santa sevillana, el primer pilar será establecer un recorrido por los cinco sentidos. Desde el olor del incienso o la cera quemada, al oído con la música procesional, las saetas o los rezos a las devociones de la ciudad. Todo ello, pasando por la vista a través de un importante y novedoso desarrollo audiovisual, el tacto que ofrece, por ejemplo, un hábito nazareno o un costal o el sabor de los principales manjares cuaresmales de Sevilla.
La artesanía podría ser otro de los puntales de este centro interpretativo, mostrando al mundo la exquisita imaginería, orfebrería, bordados o dorados, entre otros, que emergen de la propia Sevilla. Y más ahora con el surgimiento de la Asociación Gremial de Artesanos de Sevilla, que facilitaría la inclusión de piezas exclusivas en el centro expositivo. En definitiva, mostrarle al visitante de una forma divulgativa los distintivos de una Semana Santa que cada año atraviesa más fronteras.
Una nueva atracción para el turismo
Desde el Ayuntamiento confían en que un centro expositivo de la Semana Santa de Sevilla se convertiría en un verdadero reclamo turístico y, por ende, en una fuente de inyección económica.
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