El desalojo se produjo ante las molestias respiratorias y el fuerte olor por la emanación de gases tóxicos, y dos vecinos y un bombero precisaron atención sanitaria, aunque se recuperan satisfactoriamente, informó ayer el Ayuntamiento de Mijas en un comunicado.
Los propios vecinos dieron el aviso pasadas las 4.30 de la madrugada, cuando sintieron las primeras molestias y el olor, y los Bomberos y la Policía Local de Mijas evacuaron dos edificios de la calle Río Viñuela, al mismo tiempo que se buscaba el origen del escape.
Tras baldear la zona para neutralizar el cloro y comprobar que las emanaciones no procedían de instalaciones de ocio ni piscinas de la zona, se localizó finalmente un pozo en desuso, propiedad del Ayuntamiento de Fuengirola, donde estaban los recipientes.
Ante la ausencia de una llave, fue necesario forzar la puerta para comprobar que los dos bidones abandonados en el interior estaban corroídos y dejaban escapar su contenido tóxico, y una empresa especializada en la manipulación de residuos tóxicos se encargó de precintar y retirar los contenedores.
Para garantizar la seguridad de los ciudadanos durante esa operación, la Policía de Mijas desalojó a los vecinos de seis portales y la Policía de Fuengirola también tuvo que desalojar a familias de edificios colindantes, pero situados en su término municipal.
La Guardia Civil se encargó de escoltar el transporte de los bidones de cloro hasta la nave de los servicios operativos de Fuengirola para su posterior traslado por carretera siguiendo los protocolos establecidos para el transporte de materiales peligrosos.
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