Últimamente en este bendito manicomio la gente se ha vuelto loca de ver tantísimo fútbol como están poniendo gratis en la tele a todas horas. ¿Qué está pasando? Por lo visto, tampoco ahí fuera el personal tiene otra cosa que hacer más que ver a un montón de jugadores en pantalones cortos, vestidos de colorines, correr de un lado para otro como si se jugaran la vida, con los brazos llenos de tinta y más dibujos que los tebeos de Mortadelo y Filemón. Y al fin y al cabo se trata, al parecer, de meter una bolita entre tres palos bajo los cuales incomprensiblemente está plantado un señor al que llaman portero, que está siempre empeñado en que la bolita no entre y que tiene detrás una red como si fuera a pescar chocos.
Además corre por todo el campo un fulano, generalmente va de negro, que no deja jugar tranquilamente, porque no para de silbar con un pito que lleva en la mano llamando además la atención a los jugadores con unas tarjetitas amarillas y rojas que lleva en el bolsillito y con más relojes que el negro de la calle San Rafael. Ahora mismo acabo de ver un cabezazo que se han dado dos jugadores, que, si yo me lo doy, se me pone el coco mucho peor de lo que ya está.
Para completar el cuadro, corren por la banda unos señores con una banderita que levantan de vez en cuando no sé todavía para qué y por qué. No entiendo mucho de matemáticas, pero los locos, antes de empezar, manejan los números con una habilidad que espanta. Que si es mejor el cuatro, cuatro dos, que si el cinco tres, dos…Tampoco entiendo mucho de creencias, pero hay unas broncas horribles, porque todos en el patio quieren ser Cristianos. No he visto tanta fe en Cristo en los días de mi vida. No hay uno que quiera ser musulmán o budista. Y mira si cambian las cosas que yo creía que el bar era lo que estaba enfrente de mi casa lleno de gente bebiendo a tope. Y sin embargo es una cosa que sirve para repetir las jugadas y ver si entró la pelota o no en la portería. Pero los muy catetos escriben “bar” con uve.
Por otra parte no me entra en la cabeza que todos los equipos que salen en la tele vistan de colores distintos y eso será para que sepamos quiénes son de un bando o de otro, pero me pregunto ¿por qué al grupo de España le llaman la roja y sin embargo el otro día iban más negros que los grillos? Y tampoco acabo de encajar eso lo de los cantes. Todos los que salen de colorines en televisión cantan al principio una canción muy rara y todas las canciones son diferentes. Sin embargo, cuando sale la roja, solamente se escucha música a palo seco y todos se ponen muy serios a hacer como que cantan, pero no cantan y a lo más que llegan es a decir “lo, lo, lo…” Es algo increíble. En fin, que con esto que llaman los mundiales de fútbol nos tienen el coco comido. Hoy todos los locos hablan de comerse a Marruecos. Veo complicado que los cristianos se coman a los árabes así de buenas a primeras.
Me vais a perdonar que charle tanto conmigo mismo y me pregunte tantas cosas raras, pero os voy a dejar, porque voy a perder el tranvía que sale a las nueve y esta vez va en serio. ¡Mira que hay gente loca en el mundo! Pues más embusteros hay. ¡Deme dos billetes para Cádiz, por favor!
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