Después de 125 semanas sigo escribiendo esta columna con la ilusión del primer día. Comencé tratando sobre los retos educativos a los cuales se enfrentan docentes y padres en un entorno social cada vez más diferente del que ellos vivieron de jóvenes.
Pero los avances tecnológicos, las redes sociales y los canales de información cambian la sociedad a gran velocidad, por lo cual debo dar prioridad a aquellos asuntos que puedan afectar al futuro de la educación y la transmisión del conocimiento en las generaciones venideras.
Uno de tales asuntos prioritarios es erradicar la utilización interesada que se hace de ciertas partes de las informaciones que se difunden por Internet, las televisiones y la prensa. Un método de manipular especialmente peligroso al no necesita mentir ni ocultar el resto de la información, pues basta con destacar adecuadamente lo debe captar la atención del público.
En estos días diversos medios de información partidistas y personajes ignorantes ansiosos de figurar y hacer “méritos”, han sido protagonistas de un lamentable caso de este tipo de manipulación informativa, al intentar desprestigiar a un gran profesional para impedir que fuese director de Seguridad Nacional, un cargo que seguramente habría desempeñado perfectamente.
Para ello, por encima de sus muchos méritos, se destacaron y difundieron ciertos aspectos de sus relaciones sociales que aunque no definían su capacidad como profesional, eran llamativos. El afectado fue el coronel Pedro Baños, un militar español cuya destacada trayectoria profesional no detallaré aquí.
Lo curioso es que no intentaron desprestigiarle mostrando al público los típicos esqueletos del pasado (alguna infracción legal o moral, algún escándalo o enriquecimiento poco claro, etc.). Como al parecer en su caso no los había, destacaron su participación en Cuarto Milenio, el programa televisivo en el que Iker Jiménez trata sobre temas del denominado mundo del misterio (fenómenos paranormales, ufología, conspiraciones, etc.).
Comprendo la airada reacción de Iker en su Blog, al ver como para atacar a su amigo el coronel despreciaban los temas que trataba en su programa. Parece mentira que el público no reaccionase ante la burda maniobra de desprestigiar a Baños por su relación con lo “exotérico”.
En realidad el gobierno no le confirmó en tan delicado cargo temiendo las consecuencias de las acusaciones conspiratorias y especulativas vertidas contra él por ciertos sectores políticos, pero por si acaso al público ya le habían informado de que sus gustos no garantizarían su labor.
Todos hemos juzgado alguna vez a una persona por lo primero que nos dijeron de ella, pero sabemos que no se puede valorar a un profesional por los temas que le gusten si estos no perjudican a nadie ni afectan a su trabajo. El que lo hace es un ingenuo o un malintencionado.
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