Pinta mal la solución al problema de la limpieza en la ciudad. Por un lado, los trabajadores se quejan de que hay una sobrecarga de trabajo, mientras que según ha revelado el Ayuntamiento, aún no se ha llegado a las nuevas zonas recogidas en el pliego. Esto quiere decir, que si no se está llegando con el personal que hay, difícilmente se podrá hacer en el futuro si, como lamentan los propios empleados, la carga laboral es mayor, a pesar de que hay un día menos de limpieza viaria. Lo que está claro es que la actitud del equipo de Gobierno está siendo firme y por primera vez se pone freno a los incumplimientos de las grandes empresas que prestan servicios en la ciudad, en este caso, la de mayor presupuesto, ya que ronda los 14 millones de euros. Han pasado los seis meses que tenía FCC para ponerse al día con el pliego y el resultado es decepcionante tal y como puede verse a lo largo de toda la ciudad. Tampoco entendemos los cambios de rumbo de Comisiones Obreras, que defendió en el concurso público a FCC a capa y espada, cuando deberían haberse mantenido al margen. Ahora resulta que hay sobrecarga de trabajo, pero todos vemos la falta de celo y profesionalidad que protagonizan muchos de los empleados. ¿Qué más hay detrás del conflicto? ¿Qué tipo de intereses están aún ocultos y nadie quiere sacarlos a la luz? Seguiremos.
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