El verano entró ayer de modo oficial y, en Jaén, lo ha hecho en medio de una situación tan extraña como atípica. La cifra del polen del olivo ha vuelto a aumentar en los últimos días (ayer se encontraba en 1.597 granos por metro cúbico de aire en la atmósfera), una circunstancia que ha sorprendido a los alergólogos que no recuerdan que la polinización haya llegado hasta tan tarde ni fuera tan alta en el final de la primavera. Incluso creen que los niveles pueden aún seguir subiendo por las altas temperaturas y el tiempo soleado, con el riesgo de que la última polinización puede que no se convierta en fruto porque el calor podría quemarla.
Desde la perspectiva agrícola, los datos de polinización vaticinan, no sólo un retraso en el inicio de la próxima campaña olivarera, sino también una cosecha menor si se hace la extrapolación con el polen registrado este año. Y es que si, finalmente, 5.650 acaba siendo el pico de polen de olivo mayor de esta temporada, significará la cifra más baja desde que en 2010 se comenzó a medir el polen en el Complejo Hospitalario de Jaén. Una cifra que supondrá en torno a un tercio de la del año pasado, que fue de 16.902 granos por metro cúbico de aire, y también lejos de la de hace dos años que fue de 11.089 o el récord establecido hace tres años, con 19.840.
Precipitaciones
Las mayores precipitaciones de de los cinco primeros meses de este año en España se registraron en Jaén, con 405,6 litros por metro cuadrados acumulados, según indicó ayer el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Andalucía, Luis Fernando López Cotín. El verano se prevé suave en Andalucía, después de un comienzo de año con récord histórico de lluvia en algunas provincias andaluzas. El avance para el verano prevé que no se registren valores meteorológicos extremos, Cotín explicó que las precipitaciones en Andalucía este verano se situarán en los valores propios de esta estación, sin grandes variaciones aunque prevé “un dominio de situaciones de componente oeste” en la zona costera del Mediterráneo que causarían un aumento de temperaturas en esta zona. Este pronóstico sucede al periodo entre el 1 de marzo y el 31 de mayo, que ha sido el el más lluvioso desde 1965.
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