¿Por qué abandonamos nuestros sueños justo antes de llegar a ellos? A veces nos planteamos metas menos equiparables o realistas comparadas con aquellas que pueden llegar a tener otras personas. Quizás somos mucho más ambiciosos y no nos conformamos con eso que tenemos a nuestro alcance. No es nada malo. Hasta incluso lo prefiero. Hemos venido a este mundo para ser cada día mejores, para ser parte de él y tomar conciencia de que somos nosotros mismos los que cambiaremos el mundo, no el mundo el que nos cambie a nosotros. Y qué rabia todas esas personas que dicen: “No lo conseguirás”. Y sin embargo, cuando lo consigues, están ahí celebrando tu éxito. Pero... ¿quién estuvo cuando tú mismo tuviste que construirte tu propio camino, cuando tuviste que quitar todas las piedras del medio con las que ya habías tropezado? No dejes que nadie mate tus sueños, porque esas personas que quieren hacerlo, es porque quizás no quieran verte triunfar, no confíen en ti o quieran arrebatarte uno a uno tus sueños. Por eso, sé un luchador nato, incansable, de esos que nunca tiran la toalla. Porque la toalla nos ayudará a quitarnos el sudor en todos esos momentos de fatiga. Y nuestra satisfacción posterior de haber conseguido y alcanzado nuestros sueños será mucho mayor que la de aquel que lleva años y años acomodado.
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