Las 629 personas que viajan a bordo del
buque Aquarius, que el Gobierno de Pedro Sánchez se ha ofrecido a acoger en España, representan un porcentaje muy pequeño del total de inmigrantes que han llegado a las costas españolas en lo que va de 2018.
De hecho, la Cruz Roja ha atendido en los cinco primeros meses del año a un total de 7.376 personas llegadas, la mayor parte de ellas en patera, a las costas andaluzas. Casi la mitad, 3.379 (45,81%), llegaron en el mes de mayo. Y en 12 días de junio ya han llegado otras 1.200 personas a las costas andaluzas.
Más de 8.500 personas en lo que va de año. Esto es 13,6 veces el número de personas que viajan en el
Aquarius.
Según la presidenta de Cruz Roja Española,
María del Mar Pageo, que el martes se reunión con la presidenta de la Junta, Susana Díaz, en 2017 fueron unas 18.000 personas las atendidas por Cruz Roja tras llegar a España a bordo de alguna embarcación. Y esa cifra triplicaba el número de los que llegaron en 2016.
Según los datos de Cruz Roja, Almería es el puerto en el que más inmigrantes fueron atendidos por los
voluntarios de la organización de enero a mayo. En total, 2.124 en los cinco primeros meses de 2018, lo que representa el 28,79% del total. Le siguen los de Cádiz, con 1.926 inmigrantes atendidos (26,11%), Motril, con 1.865 (25,28%) y Málaga, con 839 personas atendidas (11,37). Estos
cuatro puertos aglutinan el 91,56% de las personas inmigrantes atendidas por los voluntarios de la Cruz Roja.
La Cruz Roja siempre trabaja con voluntarios, según explica un portavoz de la organización, que cuenta con
28.000 voluntarios en toda Andalucía adscritos a todos los proyectos en los que participa. Cada vez que Salvamento Marítimo recibe una llamada alertando de la llegada de un grupo de inmigrantes, automáticamente se activa un dispositivo en el que participan voluntarios de Protección Civil y la Cruz Roja.
Éstos, que han recibido una
formación específica para la atención que prestan a los inmigrantes, proporcionan a los inmigrantes un
kit de atención primaria con agua, algo de comida y una manta. Y a los que lo necesitan, los envían para que sean atendidos en un hospital.