En primer lugar, el álbum titulado “Elvis”, escrito por Thaï-Marc e ilustrado cuidadosamente por Rebeca Dautremer, artista francesa que ya nos fascinara con su personal estilo en “Princesas”, “Cirano” o “Babayaga”, estos dos últimos del mismo autor, y que aquí recrea el ambiente de los Estados Unidos a mediados del siglo XX.
En esta preciosa historia de amor, se nos cuenta la vida de un chico llamado Elvis al que sus padres, aun viviendo en la pobreza, le regalan una guitarra por su décimo cumpleaños. Pronto aprenderá a tocarla como nadie, triunfará en Las Vegas y se enamorará de una chica llamada Priscilla. Pero no se trata necesariamente de la biografía del mítico cantante Elvis Presley, sino de una recreación romántica y con cierta moraleja, que Thaï-Marc desgrana con acierto en las páginas de un libro que no debe faltar en la biblioteca de cualquier amante de la ilustración y, por qué no, del rey del rock and roll. Es encomiable la labor que viene realizando la editorial Edelvives con su colección de álbumes ilustrados de gran tamaño dirigidos al público infantil, y de los que sin duda disfrutan tanto o más los adultos, como una puerta fantástica abierta al mundo de la ficción que contribuye desarrollar la capacidad estética del joven lector y a introducirle al mismo tiempo en la literatura y el arte.
Sin dejar de lado el mundo de la ilustración, quisiera destacar igualmente la publicación del libro “El príncipe de los enredos”, de Roberto Aliaga (Ciudad Real, 1976), biólogo de profesión que ya tiene en su haber varios libros dirigidos al público infantil, y los dibujos de Roger Olmos (Barcelona, 1975), que han recibido por esta obra el Premio Lazarillo 2008 al mejor álbum ilustrado otorgado por la Organización Española para el Libro Infantil y Juvenil (OEPLIJ). Tal y como confiesa su autor, el libro frenó en un primer momento a las editoriales, porque no es el típico cuento que acaba bien. En él, se nos narra la historia de un cuervo sin escrúpulos, que para conseguir aquello que se propone no dudará en extender una tupida trama de tergiversaciones y engaños entre las tres partes de un árbol, raíces, tronco y hojas, con el fin de enredar a sus víctimas y enfrentarlas finalmente. Se trata de una historia original e inteligente, casi una fábula moderna, en la que podemos ver bajo el disfraz de cuervo a un hombre de negocios, especulador, maestro del engaño y la mentira, capaz de cualquier cosa por sacar provecho de los demás, un cuento inquietante acompañado de unas ilustraciones tremendamente expresivas que nos invitan a reflexionar.
Dos recomendaciones veraniegas que harán disfrutar a todos aquellos que sepan saborear con calma sus páginas.
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