Recuerdan al doctor Luis Montes?, aquel médico de un hospital de Madrid que en 2005 sufrió una persecución política y mediática sin precedentes, acusado por la justicia y absuelto de todos los cargos tras prevalecer la verdad. Pues falleció hace un par de semanas.
El doctor Montes luchó por el derecho a morir dignamente, pero no trataré aquí ese tema. Alguien dirá que a qué viene hablar de ese señor, pues bien, aunque las redes y los medios de comunicación sean maravillosos por conectar a todos los ciudadanos, el asunto del doctor Montes quizás fuese una temprana muestra de cómo la mentira, resentimiento e ira ascondidas en el mundo virtual, son aprovechadas por los poderosos para arrastrar a los ciudadanos.
Una denuncia “anónima” acusó a Montes y a sus compañeros de decenas de muertes por sedación ilegal en un hospital público de Madrid. Vilipendiado y ultrajado en televisiones como Telemadrid, lo llamaron muchas veces “Doctor Muerte”.
Muchos periodistas se unieron a la persecución y un exportavoz del Gobierno lo llamó "nazi" en televisión (fue condenado a indemnizar al médico por delito de injuria).
En una conocida cadena de radio llamaron "Sendero Luminoso" al los médicos encausados, pero tras absolverlo el juez y mandar eliminar toda referencia a la mala práctica médica, nadie se retractó ni pidió perdón ante tan sucia maniobra.
El caso del doctor Montes marcó un hito, cuando un sector de los políticos españoles comenzó a actuar como hemos visto recientemente en la política de Estado Unidos.
Orquestaron una campaña basada en injuriar sin piedad desde todos los frentes (linchamiento mediático) al doctor Montes (un tipo concreto), aprovechando que pertenecía a un movimiento que pretendía humanizar el paso de la vida a la muerte (unas ideas progresistas), para así desacreditar la sanidad pública (el objetivo), haciendo que calase en el ciudadano la idea de que no era seguro ponerse en manos de ciertos médicos de dicho modelo de sanitario (el engaño).
Estos malignos pioneros en propagar información falsa no probaron sus acusaciones en los tribunales ni desacreditaron a la sanidad pública.
Por desgracia es cierto lo de calumnia que algo queda y cierto morbo ha rodeado alguna de las informaciones sobre la muerte de Luis Montes. Aunque esta noticia fue cubierta por todos los medios, especialmente en Internet, curiosamente pasó casi desapercibida en RTVE, esperemos que no sea porque varios cargos actuales de la entidad pública ocupaban en 2005 puestos de responsabilidad en Telemadrid.
Algunos se los que ostentan poder creen que el camino más corto para defender su ideario es valerse de mentiras en las redes, ya que la verdad es más simple y menos atractiva que conspiraciones como la del Doctor Muerte.
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