Se califica a sí misma como activista en los movimientos sociales “desde siempre”. Trabajó con CEPA (Colectivo de Prevención e Inserción de Andalucía) donde llegó a ser presidenta. Se animó a ir en las listas de Ganar Cádiz porque en esta agrupación estaban “referentes” como Rafael Lara, Antonio Vergara o Fernando de la Riva. “Me gusta arrimarme a la gente buena, a lo que entiendo que son mis modelos”. Es la novena teniente de alcalde en la Junta de Gobierno Local. Forma grupo municipal con Martín Vila bajo las siglas de Ganar Cádiz en Común. Se encarga desde julio de 2015 de las áreas de Vivienda, Cultura, Salud y Protección Animal. Entre sus funciones también estar ser consejera en Eléctrica de Cádiz, Procasa y la sociedad municipal de Comunicación e Información.
¿Por qué se metió en la política?
—Me interesan los temas sociales, soy trabajadora social y a raíz de la crisis vimos que había mucha necesidad y carencias y que la política no daba respuesta. Era un momento muy convulso con recortes, corrupción e injusticia y entonces me lancé a dar el salto.
En dos palabras, ¿qué primer balance hace de estos tres años de gestión?
–Hay un cambio importante. Se renueva un espíritu de libertad, participación, un espíritu nuevo. Estábamos en una situación oscura, muerta. Necesitábamos gente con aire nuevo y políticas nuevas.
¿Cómo van las relaciones con el socio de Gobierno?
–Bien con nuestras diferencias, por eso no fuimos juntos. Pero hemos llegado a entendernos y a conectar. Estamos en el camino de poder formar un solo equipo. Espero -igual que Ganar Cádiz- la unidad de la izquierda. Nos planteamos un camino que tenemos que explorar. Hay que intentarlo por la ciudad y las políticas que compartimos.
¿Van a apostar entonces por ir juntos a las elecciones?
–Nosotros seguro que vamos a apostar. Distinto es que salga o no. Nuestra intención es ir juntos. Yo también he apostado por una mejor comunicación con aquella parte del PSOE que tiene un diálogo más de izquierda. Si ponemos buena voluntad y queremos que esta ciudad mantenga este tipo de políticas, sería lo mejor. Esperamos que las bases de Podemos estén también por la labor.
¿Se siente valorada por el equipo de Gobierno?, ¿y por su grupo? –La verdad es que me siento valorada tanto por el equipo de Gobierno como por mi grupo político, especialmente. Nuestro grupo somos muy de cuidarnos, trabajamos de la mano. La gente sabe que vengo de una trayectoria profesional, que no creo en las carreras políticas y que estoy de paso. La gente de Ganar Cádiz venimos de una trayectoria social importante, que va más allá de la política, que es algo circunstancial.
En las delegaciones, ¿con qué se queda de estos tres años de gestión?
–En Cultura había que abrir los espacios a la ciudadanía. Los espacios no podían tenerse como un lugar para consumir cultura. Pretendemos darle la vuelta, que el público sea el primer agente cultural: hicimos el plan director, se han constituido las mesas. Se ve cierta red cultural de creación de muchos colectivos. Estamos facilitando una participación ciudadana: la cultura en nombre de las personas. En cuanto a la vivienda, lo que hemos intentado hacer es cambiar el concepto de la empresa de vivienda, con una función más de mercado y darle un carácter más social. El PP apostó por la vivienda en régimen de compra, y hoy día, incluso el PP, en sus planes de vivienda, habla por las viviendas en alquiler social.
Lo negativo, tanto en cultura como en vivienda, es la parte de gestión burocrática. Esa parte es terrible. No es inocente. Esas limitaciones no son casuales, sino premeditadas desde el Gobierno central y sobre todo desde Europa. Los recortes, el control, quizá el producto de otras épocas de despilfarro y corrupción. A lo mejor la intención es buena, pero hay una parte que no deja trabajar a la Administración.
¿Qué cambiaría si pudiera de estos tres años de gestión?
–Todavía queda por hacer. Hemos pagado la novatada. Todos sabíamos que era complicado, sabíamos dónde nos metíamos, pero pagamos la novatada en el sentido en el que estamos en un contexto complicado, el papel del político está mal visto. No encajo personalmente en el perfil político clásico, queremos hacer las cosas más naturales, sencillas, con la verdad y la transparencia. Cuando nos juzgan como los políticos de antaño, lo llevo mal. Duele. Venimos a hacer las cosas de otra manera. Necesitaremos un tiempo para demostrar que queremos hacer las cosas de otra manera.
¿Qué van a ofrecer después de esta legislatura?
–Creo que vamos a poder demostrar que hacemos cosas más de raíz. Desde la participación -que antes estaba vacía, no tenía personal, ni contenido- y ahora hacemos participación en muchos ámbitos como en el Plan Local de Salud, en el Director de Cultura, en la Edusi o en Movilidad. Eso se va a quedar y no se va a poder romper. Eso genera una forma de ser y participar en la ciudad y en la política que no lo va a cambiar nadie. En vivienda dejamos el Protocolo Antidesahucios; ya tenemos obras activas en Santa María, 6 y en Cruz,11, que van al parque público. Así como el proyecto del bloque social con eficiencia energética, con un millón de euros.
¿Volverá a presentarse a las elecciones municipales?
–De momento sí, pienso que puedo ser útil. Soy muy trabajadora y creo que hay mucho por hacer en la ciudad. No me importaría llevar Asuntos Sociales, es lo que conozco y sé. Tengo capacidad, modestamente, para ayudar a la gente.
Usted suele dar su opinión a través de las redes sociales, ¿le beneficia o le perjudica?
–Siempre lo he usado para reflexiones. Creo que me beneficia. Me he sentido muy libre con mi gente de Ganemos, me han dejado opinar. Jamás me han dicho nada. Siempre hablo desde el respeto, aunque podamos tener una diferencia.
¿Ha habido asuntos de controversia durante la gestión?
–Al principio recuerdo qe tuvimos el tema de las barbacoas, que apostábamos por temas ecológicos. Era una prioridad, o las políticas de movilidad, igual que el tema del laicismo. Lo llevamos en nuestro programa y está en el pacto de Gobierno, eso es lo que reclamamos. Por ejemplo, hay asuntos concretos como es el tema de la Clínica Pascual que no lo vemos. Vamos de la mano de la Marea Blanca y no estamos de acuerdo. Nosotros somos fieles a nuestro programa y lo vamos a defender.
¿Cree que en la política hay que tragar con ruedas de molino?
–No, sinceramente. En la ciudadanía hay quien se acerca con buenas intenciones y quien lo hace con intereses personales. Aquí no vale todo. ¿Qué opina de la oposición? –El Partido Popular está en una actitud que no se sabe muy bien. No han ejercido de oposición. No son proactivos. Tienen cierta tendencia al insulto y a la etiqueta que ensucia el debate de los plenos. El menosprecio no da buena impresión. Al Partido Socialista lo veo perdido y creo que hay dos corrientes: una más cercana a las políticas sociales y otra más cercana a la Fundación de la Mujer y Onda Cádiz, que es más conservadora. Y Ciudadanos en Cádiz es flojo. Se esconden en el debate tecnócrata de la política y debajo hay un discurso ideológico. Deben mostrar quiénes son.
Una de las principales polémicas en estos años ha sido Matadero, ¿algo que decir?
–No hemos mentido. Hemos dicho la verdad. El juzgado ha entendido que no hay delito, pero sí hubo una irregularidad política, eso lo seguiremos diciendo. A nivel personal, creo que ahora ellas (en referencia las ex ediles) quieren resarcirse, pero no tienen razón, más allá de lo que diga la justicia.
¿Qué mensaje le dirige a quienes le reprochan su gestión en el Pleno?
–Les pido disculpas porque no puedo llegar a atenderlos a todos. La gente se cree que porque la atienda me voy a saltar el trabajo de los técnicos municipales o el registro del Ayuntamiento, pero yo no les voy a poder dar la solución. Pido disculpas porque me gustaría sentarme con ellos, explicar todo y que fueran las cosas más rápidas de lo que lo son en realidad.
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