Ante el desafío independentista, la demagogia y el populismo barato, Rajoy no tiene mucha elección: o salvar el PP o salvar España y, aunque ambas cosas no deberían ser contradictorias en sí mismas, en la situación actual llegarán a serlo. La crisis de los golpistas catalanes, la negativa partidista del PNV y otros a aprobar los presupuestos y, con ello, el techo de gasto, el populismo de la izquierda y el oportunismo de Ciudadanos pueden provocar que se tomen decisiones para salvar, una vez más, a España y, a la misma vez, hundir al PP, como así parecen reflejar las encuestas. Hoy en día y después del tremendo varapalo sufrido por el PP en las elecciones catalanas, como consecuencia de la aplicación del artículo 155 de la CE, de la impugnación del Estatuto de Cataluña, que Zapatero quería firmar sin leer, del enfrentamiento judicial con los golpistas, de la defensa de la Constitución, el desgaste es indudable, y será aún mayor tanto en Cataluña como en el resto de España. ¿España o el PP? Creo que lo tiene bien claro. Otros apuestan por el populismo y hablan de diálogo y política, sin aportar ni una sola idea, ni una sola propuesta concreta. El gobierno de Rajoy debe pactar políticamente con el nuevo gobierno legítimo que haya en Cataluña, pero judicialmente no debería pactar nada, aunque cueste más votos aún. Ya hubo una amnistía en la Transición política, pero ahora no hay políticos presos, sino políticos que han cometido presuntamente graves delitos por los que deben de ser juzgados y en su caso condenados, como lo fue Tejero, Armada y otros que se alzaron contra el sistema democrático. Para Rajoy sería mucho más cómodo y políticamente correcto que todos estuvieran en su casa y así la tensión social disminuiría. Pero primero debe estar España. Por tanto, yo si fuera Rajoy, me preguntaría a la vista de las últimas encuestas en las que todo apunta a que Ciudadanos ganaría las elecciones: ¿Qué quiero, que el PP gane las próximas elecciones o que, aunque el PP pierda votos y escaños a favor de Ciudadanos, la crisis de Estado se encauce? Si elige la primera opción, el PP podrá frenar o no la sangría de voto a Ciudadanos, pero España seguro que perderá a la larga, porque el conflicto se enquistará aún más si cabe. Por el contrario, si opta por lo políticamente correcto y tiende la mano a los golpistas, tampoco podrá asegurar el freno de la huida de votos a Ciudadanos, pero sin duda estará sentando las bases para un futuro golpe de estado, y esta vez con visos de properar.
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