Viene a colación el asunto sin ánimo de meter el dedo en ninguna llaga, sino para dejar claro que los industrialistas se han tenido que fabricar de la noche a la mañana un equipo de Segunda B, y contra ese equipo, todavía en periodo de rodaje, se ha tenido que medir el conjunto azulino.
Dieciséis jugadores del equipo isleño han saltado al terreno de juego y como ocurriera en los dos partidos anteriores, se ha demostrado que unas fórmulas van mejor que otras en cuanto a efectividad -el único gol del encuentro fue en la primera mitad, minuto 37 obra de Prince a pase de Puli-, aunque también que el banquillo azulino sabe darlo todo en el campo y jugar con la misma tensión los 90 minutos, de ahí que los jerezanos no fueran capaces de perforar la meta de Sierra.
Es bueno hacer inciso en el trabajo que realizó el cancerbero del San Fernando CD, que a buen seguro y de seguir así, más veterano y con más reflejos, hará olvidar épocas pasadas en las que la portería era el agujero por el que se iban las rentas a las primeras de cambio, aunque sin olvidar que los goles se los marcan a los porteros. Pero a buen entendedor y sufridor azulino, pocas palabras bastan.
Dicho lo cual, la primera mitad dejó patente que el cuadro de Iriondo va a cotizar muy caro en Sacramento y que se trata de un equipo con garantías que en ningún momento perdió las formas. De tú a tú, con criterio y con trabajo, se llevó al descanso el premio del gol ante una afición que no llenó la grada, pero que casi lo hace a pesar del Trofeo Carranza y de la Divina Pastora de las Almas, que jugaba de azul y blanco.
La segunda mitad, con los cambios realizados -Prince, Capi, Juanje, Reque y Natera por Óscar, Isaac, Raúl Silveira, Rivero y Pedrito, respectivamente- no fue tan clara como la primera, pero mientras que en las filas del San Fernando se seguía jugando al cien por cien, los industrialistas sólo lo hacían a ratos, dejando claro su categoría, pero estrellándose con el buen trabajo de la defensa y sobre todo de Sierra o con el poste en el que pudo ser el gol del empate en el minuto 85.
Al final, buen sabor de boca en los aficionados hasta que terminó el partido, ya con las luces del estadio comenzando a quedar en evidencia.
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