Andalucía acaba de dar una lección. En el Palacio de San Telmo, responsables de una veintena de medios de comunicación firmaban un acuerdo con la presidenta de la Junta, Susana Díaz para eliminar la inserción de anuncios de contenido sexual. Era la primera comunidad que adoptada una medida de esta envergadura .El entendimiento alcanzado, más pronto que tarde, se extenderá a todo el país pero, en este caso, como en otros, Andalucía marcaba el camino a seguir. Posteriormente, los firmantes del documento éramos invitados a compartir un café con la presidenta. Es lo que se conoce en términos periodísticos como un “ off the record” que se convirtió, sin embargo, en una sorpresa dado lo poco acostumbrados que estamos a escuchar discursos alejados de la confrontación y la pelea política.
La encerrona de Díaz con los informadores tuvo como eje central el mensaje de unidad y en favor de la estabilidad institucional que quería trasladar a nuestra sociedad ante el desafío al Estado de Derecho que están ejerciendo los narcotraficantes en La Línea.Recién llegada de Almería, en donde había vivido de cerca las dramáticas vicisitudes de la muerte y entierro del pequeño Gabriel, junto con el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, nos anunciaba un encuentro para este lunes entre ambos mandatarios. El objetivo es plasmar una estrategia conjunta para luchar contra la escalada de inseguridad ciudadana, ligada al narcotráfico, que se produce en ese enclave. La situación ha llegado a tal extremo que Díaz considera que hay que dejar a un lado las diferencias y cerrar filas con el fin de erradicar este fenómeno que va camino de convertir a la zona en área fallida, fuera de todo control. Claro que tal apelación al consenso sorprendió a más de uno que poco menos que esperaba que Díaz aprovechara tan idónea cita para destripar encuestas o quién sabe si para dar pistas sobre cuándo convocará elecciones en Andalucía o sobre su affaire con Pedro Sánchez.
Se habló de estos asuntos también pero en un muy secundario plano dada la preocupación que mostraba la jefa del Ejecutivo andaluz por el inquietante devenir de los acontecimientos. Seguramente, Zoido recogió con satisfacción la actitud de mano tendida de Díaz. Tal y como está el debate público, escuchar estas palabras en favor de la coordinación de recursos y el respaldo entre instituciones sonaban a música celestial. Zoido sabrá valorar debidamente el gesto. El acorralamiento que sufren policía, guardias civiles y funcionarios de Aduanas, se merece la mejor de las respuestas en forma de inmediato crecimiento de los efectivos allí destacados. De modo que bienvenida sea esta propuesta y que tenga los frutos deseados con una mayor eficacia policial. Eso sí, es bien sabido que las causas del desastrese hunden en el maltrato sistemático que ha recibido esta zona por parte de los distintos gobiernos y administraciones públicas. Es ahí en donde, igualmente, se debe trabajar ya. Y si es con acuerdos como el de materia policial, mejor. n
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