Celebramos los andaluces esta semana el 28 de febrero; el día de nuestra Comunidad Autónoma. 38 años del referéndum que nos otorgó legalmente la posibilidad de un autogobierno con las mismas competencias que las llamadas “nacionalidades históricas”. Aquella consulta, en la que se consiguió una alta participación en las urnas, arrojó un claro “sí” en todas las provincias exceptuando Almería. La complejidad legal, las deficiencias del censo electoral, pero sobre todo la clara respuesta del pueblo andaluz, permitieron finalmente acceder a la autonomía por la vía rápida del artículo 151 de la Constitución Española.
Casi cuatro décadas después y ante la semana que comenzamos hoy y que tendrá un marcado carácter de reflexión sobre lo conseguido y lo que aún nos falta, es conveniente centrarse, sin ir más lejos, en el principal acto institucional que la Junta de Andalucía organiza el 28 de febrero. Se trata de la entrega de Medallas de Andalucía y la proclamación del hijo predilecto, en esta edición de dos. En esa relación, dada a conocer la pasada semana, podemos ver reflejada parte de la actual sociedad andaluza y en ella encontramos investigadores, artistas, deportistas, empresarios, profesionales y actuaciones que si bien no borran los tópicos que arrastramos los andaluces desde hace muchas décadas, sí al menos nos hacen sacar pecho ante el resto del país.
El que la nuestra no sea una sociedad afectada por el ultranacionalismo imperante en el resto del mundo, afortunadamente, y que sin embargo predomine una cierta descreencia en el significado del concepto de nación, no significa que al menos durante unos días no reconozcamos lo mejor de nosotros mismos.
Frente a los ignorantes que se ríen o no comprenden nuestra forma de hablar cuando un andaluz no sale en los medios de comunicación para contar un chiste o hacer el papel de “chacha” en una serie de televisión, a los que creen que aquí sólo dormimos la siesta y nuestro trabajo siempre resulta chapucero, o que tenemos en las ferias y romerías nuestro único puerto cultural y seña de identidad, esta semana y gracias a nuestro día oficial como entidad política, podemos mostrar esa lista de reconocimiento de andaluces que son parte nuestra.
Sin duda queda mucho por hacer, no hay que olvidar que somos una de las regiones más atrasadas económicamente de Europa, que nos sigue faltando una cultura empresarial que cree más riqueza, pero de lo que podemos estar orgullosos es que todo esto no es por falta de talento.
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