La Junta de Andalucía recaudó hasta noviembre de 2017 más de 13.680 millones de euros por impuestos directos e indirectos y tasas, un 4,43% más que hasta el mismo mes del año anterior, cuando se habían recaudado 13.100,9 millones.
Hasta esa fecha, por el impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, antes de la rebaja acordada por PSOE y Cs, que entró en vigor el 1 de enero pasado, la Junta había recaudado 322,79 millones de euros, cifra que representa el 2,36% del total de la recaudación de la Junta, y el 55,6% del incremento total experimentado en los ingresos con respecto al mismo mes de 2016.
La resistencia de la Junta a suprimir el impuesto, como pedía la oposición, se argumentaba en que ello implicaría una merma de unos 350 millones de euros en los ingresos de la Junta. Sin embargo, hasta noviembre de 2017, sin contar con el Impuesto de Sucesiones, la Junta ingresó 257,5 millones de euros más que en el mismo periodo de 2016.
Los impuestos directos, según el Cuaderno de Recaudación de Tributaria de la Consejería de Hacienda, supusieron en los once primeros meses del año pasado un total de 4.658,3 millones de euros para las arcas andaluzas, que representan el 34,04% de la recaudación total. La tarifa autonómica del IRPF supuso 4.226,7 millones, el 90,7% de este capítulo, y el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones algo menos del 7%.
Mayor porcentaje, de hecho, representan los impuestos indirectos (8.848,8 millones hasta noviembre), y dentro de éstos, el IVA (5.240,7 millones), el 61,26% de este capítulo y el 38,3% del total de la recaudación de la Junta en el periodo mencionado.
Asimismo, entre los impuestos indirectos, la recaudación por Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados supuso otro capítulo importante: 897,8 millones por las primeras y 335,2 millones por los segundos, que en total representan el 6,5% y el 2,45% del total de lo recaudado, respectivamente, por encima en ambos casos de lo que representa el Impuesto de Sucesiones en el conjunto de la recaudación de la Junta.
La rebaja de este tributo fue una de las condiciones impuestas por el grupo parlamentario de Ciudadanos para dar su apoyo a los presupuestos de la Junta para 2018. Andalucía era la comunidad autónoma con el impuesto más alto. Y a pesar de ello, el Gobierno socialista de Susana Díaz se había resistido a hacerlo en la negociación de los Presupuestos de 2016 y 2017.
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