Esta versión familiar del Golf no supone un cambio radical respecto al modelo 2008, sino más bien una pequeña puesta al día tecnológica y de diseño que integra al modelo en las líneas estéticas de la actual generación del modelo del que deriva.
En el inicio de su carrera comercial podremos escoger entre cinco propulsores; tres de gasolina (102, 122 y 160 CV) y dos de tecnología diésel common rail (105 y 140 CV). La caja de cambios será manual de 5 o 6 velocidades, o automática de doble embrague de tipo DSG. Es una gama bastante completa. Quizá algunos usuarios puedan echar de menos un motor de entrada de menos caballos que hiciese bajar el precio de acceso al modelo, pero si tenemos en cuenta qué segmento del mercado pretende ocupar este vehículo, veremos que tiene poco sentido lanzar al mercado versiones de 75 caballos. Este vehículo está pensado para aquel comprador al que no le importa gastar un poco más de lo que costarían los productos de la competencia, a cambio de la garantía de calidad que puede ofrecer el Volkswagen Golf. De hecho, no es un vehículo económico. La versión más económica, con motor de gasolina de 102 caballos, podremos adquirirla a partir de 21.420 euros. Si preferimos el diésel, el precio de entrada será 22.460 euros. La mayoría de sus competidores tienen un precio de venta inferior.
Es concretamente ese propulsor diésel de entrada, el 1.6 common rail de 105 CV, el que en principio puede parecer más interesante. Es potencia suficiente para mover esta carrocería (si buscamos sensaciones más deportivas probablemente no deberíamos adquirir un familiar) y tiene unos datos de consumo bastante buenos: 3,9 litros de consumo a los 100 en carretera y 4,5 de media oficial. Es un propulsor eficiente que se conforma con unas emisiones de 119 gramos de CO2 por kilómetro, con lo que además estará exento del impuesto de matriculación.
Además, como incentivo para aquellos preocupados por el impacto ambiental de nuestros vehículos, Volkswagen se compromete a plantar un árbol en el bosque que la marca tiene en Albacete, de modo que se compensen los primeros 300 kg de CO2 que emita nuestro Variant.
Un punto fuerte del Golf Variant es su nivel de equipamiento, que es, de serie, sobresaliente. En el apartado de seguridad, por ejemplo, contaremos con la ayuda del control de estabilidad, un completo set de seis airbags y un sistema para los reposacabezas delanteros que nos ayudará a evitar el temido latigazo cervical. El aire acondicionado también es de serie, así como los antinieblas y las lunas verdes antitérmicas. Los retrovisores son eléctricos y calefactables individualmente.
Si buscamos algo más de nervio deportivo, podremos acceder al nivel de equipamiento Sport. Además de multitud de pequeños detalles estéticos interiores, incluye mejores llantas, aire acondicionado Climatic de dos zonas, un ordenador de abordo más completo, programador de velocidad, volante multifunción de tres radios en cuero y un mejor sistema de sonido. Este añadido sport supone un sobrecoste que ronda los 2.000 euros, a lo que hay que añadir que en gasolina sólo está disponible a partir del propulsor de 122 CV, que en acabado sport sale por 24.240 euros.
Si lo deseamos, podremos adquirir paquetes de equipamiento adicionales para nuestro Variant. El paquete Sport & Vision nos ofrecerá, por unos 850 euros, faros bi-xenon autodireccionables con lavafaros, retrovisores plegables eléctricamente, sensor de lluvia, y algunos detalles más. Otros paquetes nos ofrecen mejores llantas y
sistemas de seguridad para ellas.
Y si de verdad nos preocupa el impacto ambiental de nuestro vehículo, por 130 euros la marca nos ofrece la posibilidad de plantar 9 árboles adicionales en el bosque de Albacete, lo que anulará las emisiones de los primeros 20.000 kilómetros de nuestro vehículo.
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