La comparsa alcalaína bajo la autoría de Luis Rivero aportó la dulzura a función de cuartos. Bien afinada y cantada con mucho gusto La Cumbre
. La letra del primer pasodoble fue una crítica a la Diputación de Sevilla por el Concurso de Carnaval solo para sevillanos que quiso organizar. En el segundo sonaron de dulce, a capela, sin bombo, caja y guitarra hasta el final del pasodoble, dedicado al autismo. Original.
En los cuplés bajaron el nivel de la actuación, que fue de más a menos.
Buena pase de esta comparsa que se quedará en esta fase por la alta competencia que hay este año.
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