Schumacher reveló este martes que ya ha perdido tres kilos desde que aceptó sustituir a Massa en el equipo Ferrari pero admitió que el cuello le “aprieta un poco”. Su portavoz, Sabine Kehm, advirtió de que “todavía no es totalmente seguro que su cuello esté en condiciones. Su regreso depende de los exámenes médicos que tiene que pasar. Sólo después de estas pruebas se verá claramente si está en condiciones de pilotar”.
El representante de Schumacher, Willi Weber, precisó que hasta la semana próxima no habrá nada seguro. “Todo depende de su salud y de la decisión de los médicos”, afirmó.
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