Cádiz

Los ocupas de Corralón de los Carros entregan las llaves

Las dos familias han regresado a sus viviendas de alquiler y su portavoz, Miguel Ángel Mulero, se plantea acudir a la puerta del Ayuntamiento

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"Hoy es un día triste y doloroso para nosotros", con estas palabras Miguel Ángel Mulero, como portavoz de las familias ocupas de Corralón de los Carros 48-50, ha confirmado a este medio que a las doce del mediodía, han entregado las llaves en los juzgados. "Nos vamos y aquí no se ha presentado nadie, ni de la Junta, ni del Ayuntamiento, ni nadie se ha puesto en contacto con nosotros, así que no vamos a esperar a que la policía intervenga", explica. Ambas familias se han ido sin una solución a sus respectivas viviendas de alquiler.

Recordamos que la familia de Francisco Calle vive en un piso apuntalado "en condiciones infrahumanas", mientras que Mulero arrastra una orden de desahucio por impagos en su vivienda de La Palma. "En unos días me llegará la orden de desahucio y entonces me quedaré en la calle, lo que me queda es plantarme en la puerta del Ayuntamiento", asegura.

El pasado mes de octubre Mulero, parado con 42 años y dos hijos de 10 y 14 años, junto con Francisco Manuel Calle, camarero de 32, casado y con otros dos niños decidían ocupar dos viviendas de una promoción de la Junta de Andalucía cuya obra aún no ha sido recepcionada. Hasta el momento sobrevivían con la luz y el agua de obra. El tema ha terminado en los juzgados “tras la denuncia de la empresa constructora puesto que la Junta aún no ha recepcionado la obra”, indicaron fuentes del Gobierno andaluz consultadas por este medio.

Los afectados cogieron la citación judicial el día 15 y no era hasta este viernes 24, cuando tenían que devolver las llaves en el mismo juzgado. Este lunes, Mulero se encontraba con el alcalde de la ciudad, José María González, por el entorno del barrio de la Viña, quien tenía conocimiento de su situación y le recordaba la opción de trasladarse a la última planta del hospital de San Rafael,  que se tiene para casos de violencia de género o desahucios. “Pero eso no lo quiero, no puedo meter a mis hijos en un hospital”. Ya en su momento, las dos familias ocupas indicaron que “nosotros nos vamos, pero sabiendo cuál es nuestro futuro, con una solución firmada”. Por el momento, esta solución se antoja lejana.

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