La mujer fue detenida hace dos semanas en un café de la capital sudanesa, Jartum, por vestir esta prenda, considerara “inadecuada” e “inmoral”.
Estaba previsto que ayer se confirmara la sentencia, consistente en 40 latigazos, pero su abogado, Nabil Adib, alegó su inmunidad diplomática en su condición de trabajadora de la ONU.
Numerosos periodistas que se dieron cita en el juzgado protagonizaron un forcejeo con las fuerzas de seguridad, que usaron porras e impidieron que se filmaran los incidentes.
Decenas de mujeres presenciaron el juicio, algunas ataviadas con tejanos y otras enarbolaron pancartas en las que denunciaban la violación de los derechos humanos.
A la vista asistieron representantes diplomáticos de las embajadas de Francia, España, Canadá y Suecia, políticos sudaneses y miembros de la Federación Femenina Sudanesa.
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