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Impulsa

¿Acaso Impulsa no hay que mantenerla como había que hacer con Suvipuerto? ¿Los trabajadores de Impulsa son menos que los de Suvipuerto o tienen menos derechos?

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Avanza la mañana y a la calle Sol llegan, presurosos, acalorados defensores del empleo y de la causa obrera. Entre ellos, aunque cada uno venido por una esquina distinta, se encuentran David de la Encina y Antonio Fernández.

No están solos, cada uno de ellos acude de quienes considera sus asesores o colaboradores incluido algún que otro dirigente sindical.

Es el momento de estar junto a unos trabajadores que ven peligrar su empleo ante un Gobierno cuasifranquista y manirroto que con una pésima gestión ha hundido a una empresa pública.

Cuanto más próxima está la llegada de fotógrafos y de cámaras de televisión, más cerca se colocan dichos actores políticos de los empleados que temen por perder su puesto de trabajo.

No hay en los últimos años un solo relato que no ponga de manifiesto que aquella realidad no fue sino engaño.

Ya es complicado que ninguno solo de los relatos de 2012, 2013, 2014 o 2015 pueda continuar su hilo argumental sin ser interrumpido por un giro radical en el comportamiento de los protagonistas de esta historia (y saben que no me estoy refiriendo a aquellos trabajadores).

Ni un solo comportamiento de antaño, ni una sola exigencia de entonces, ni un solo compromiso (ni siquiera los más enraizados en el ADN de sus partidos políticos) no se ha roto. El relato del comienzo de este artículo hacía referencia a Suvipuerto en el tardo popularandalucismo.

¿No sienten el más mínimo sonrojo estos actores políticos, hoy pilares del Gobierno del Ayuntamiento de El Puerto cuando le recuerdan estas cosas después de cómo actúan con otra empresa municipal y sus trabajadores?

Cuando uno es coherente, o pide perdón y se retracta de lo que dijo entonces, o pide perdón y dimite por lo que hace hoy.

Pero es que solo eso, sino que la capacidad de sonrojo la tienen tan poco usada que el señor líder de IU en El Puerto, el mismo que no es capaz de sacar adelante un Presupuesto municipal o que sustenta y apoya el cierre de Impulsa y el despido de su plantilla, se va a las puertas de una empresa privada a decirle a sus directivos que no deben actuar contra sus empleados.

¿Acaso Impulsa no hay que mantenerla como había que hacer con Suvipuerto? ¿Los trabajadores de Impulsa son menos que los de Suvipuerto o tienen menos derechos? ¿Acaso PSOE e IU ya no defienden los derechos de los trabajadores, los puestos de trabajo o las empresas públicas?

Algo falla y ese algo es mucho más serio que una mera gestión de una empresa municipal. Fallan principios y ética, falla la coherencia y el respeto al votante (por no hablar del ciudadano). Y mucho más, cuando uno está en una situación tan minoritaria.

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