El consejero delegado de Deoleo (envasador de Carbonell y Koipe) desde hace un año, el italiano Pierluigi Tosato, no ha dejado títere con cabeza en su intervención hace unos días en Córdoba en el marco de una jornada organizada por el sello de calidad para el aceite virgen extra QvExtra. Como aviso general al conjunto sel sector aceitero español, Tosato aseguró: “La guerra [por el liderazgo mundial del aceite de oliva] la ha ganado España, y eso es bueno para este país, pero hay que transformar el modelo español y aprender, porque de lo contrario vamos a exportar el modelo que yo llamo esquema marca blanca-Mercadona”.
En concreto, alertó contra llevar este modelo a EEUU, el gran mercado de futuro para todo el sector del aceite por sus grandes perspectivas de crecimiento.
Se refería el jefe del grupo aceitero español a que la cadena de supermercados valenciana, líder de la distribución en España, es también la impulsora fundamental de que las denominadas marcas blancas o marcas del distribuidor (Hacendado, en su caso) copen casi tres de cada cuatro litros de aceite de oliva envasado en nuestro país.
Coincide en este punto el primer directivo de Deoleo con las opiniones de otros grandes envasadores como Acesur o Borges, que vienen insistiendo en la necesidad de diferenciar y mejorar el envasado para poder vender más caro el aceite dentro y sobre todo fuera de España.
Ese modelo que impera en España pero no debe exportarse, según Tosato, es el de considerar al aceite como una materia primera indeferenciada, una commoditie, usando el término inglés. Y, según su análisis, el funcionamiento del mercado del aceite en torno a ese concepto de commoditie se fundamenta en la especulación.
Funcionamiento
“Este negocio asume tomar muchos riesgos, como vender a futuro sin coberturas y comprar a futuro sin cerrar contratos de ventas. Que sí, sabemos que es un negocio de locos, pero ya tenemos aceite en las venas, como dicen en mi país los aceiteros. Este negocio asume, sobre todo, aprovechar oportunidades para optimizar el coste de la materia prima porque no te queda otra cuando la distribución te pide poder llegar a precios del venta al público por debajo del precio en origen. Porque si no lo hago yo,no se puede perder volumen y, lo va a hacer la competencia. Y cuando baje un día el precio –ojalá que llueva- ya tenemos volumen y ganaremos ese día. Pero empezamos ya hoy a bajar el precio de ventas. Este modelo de negocio se llama técnicamente especular sobre una commoditie”, argumentó Tosato.
Frente a ello, se situó en el lado de los que denominó “locos” y “soñadores” que piensan que un día se podrá convencer a un consumidor “de que tiene sentido comprar un litro de aceite de calidad al mismo precio de una botella de vino premium”, ejemplificó. “Sí se puede valorar el aceite de oliva, pero contando historias al consumidor, historias también de lugares preciosos como Andalucía, Extremadura, Castilla La Mancha, que nadie en Estados Unidos o en la India o en China saben dónde situar”.
Como claves para poder aportar más valor a la venta de aceite, el directivo transalpino apuesta por “invertir en trazabilidad para ser más transparentes con el consumidor y convencerlo del valor del producto; y vender también la producción integrada y el aceite ecológico, que todavía es una categoría residual”.
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