Podemos pidió a finales de semana día y hora a Susana Díaz para negociar un hipotético apoyo a los Presupuestos andaluces de 2018 pero sabía de sobra que su propuesta volvería a morir en la orilla. Apenas unos días después lo ha confirmado su coordinadora general, Teresa Rodríguez, quien da ya por hecha la evidencia de que por tercera vez consecutiva el PSOE recibirá sin problemas el apoyo de Ciudadanos en el Parlamento para sacar adelante, y sin sobresaltos, las decisivas cuentas públicas del próximo ejercicio. La propuesta de entendimiento era pues un mero formulismo y la constatación, por parte de ambas partes, de que hoy por hoy no hay forma de que las fuerzas de izquierda se entiendan en Andalucía.
Rodríguez tiene además clara cuál será la estrategia de Susana Díaz en las próximas semanas. Cree que el Ejecutivo andaluz se plegará a las condiciones impuestas por Cs para relajar el peso del Impuesto de Sucesiones sobre los bolsillos de la clase media. Será, a su juicio, la “concesión” y el “trofeo” que los socialistas entreguen en mano al grupo de Juan Marín a cambio de que sus diputados pulsen el sí a finales de año en el Parlamento.
Podemos lo intuyó, según su coordinadora general, en la entrevista de la pasada semana en San Telmo con la propia Díaz. En declaraciones a Efe, Rodríguez confiesa que en aquella cita la presidenta “rechazó” entenderse con ella para cuadrar los gastos e ingresos del próximo año. El compañero de viaje elegido vuelve a ser Ciudadanos y se escenificará en las próximas semanas, intuye Podemos.
Esa negativa no es más que el último capítulo del abismo que separa al PSOE y a los de Rodríguez en Andalucía. No hay puentes posibles a la vista, pese a la paradoja de que en parcelas clave ambos comparten posiciones. Por ejemplo en torno al Impuesto de Sucesiones, al ser partidarias las dos fuerzas de su mantenimiento, aunque al final la presión ciudadana pueda hacer claudicar a Díaz. También hay coincidencia en el blindaje de servicios públicos y en financiación autonómica.
Aquel “ni muerta” que tanto pesa...
Susana Díaz encontró el argumento perfecto hace meses para levantar muros respecto a Podemos cuando oyó en un Pleno del Parlamento a Rodríguez confesar que “ni muerta” compartiría gobierno con el PSOE. Podemos ahí se mantiene firme: llegado el caso estarían dispuestos a apoyar a los socialistas donde se pudiera frenar el avance del PP, pero jamás a compartir sillones en un Ejecutivo.