Carlos María López Espadafor, catedrático de Derecho Financiera y Tributario de la Universidad de Jaén, asegura que “el sistema tributario del aceite en Italia es más beneficioso para el olivarero que en el caso español”. Y ello, ha señalado en el curso Fiscalidad del olivar y del aceite de oliva: España versus Italia en el marco de los cursos de verano de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en Baeza (Jaén), porque en Italia el aceite de oliva se percibe como un bien de primera necesidad gravado al cuatro por ciento en su precio de venta al público “mientras que en España el impuesto es el del tramo del diez por ciento”.
El catedrático aseguró que esta situación fiscal “revela un poco la situación del olivar en España en términos de comercialización pues el Estado no está haciendo lo máximo por el sector”. “A partir de aquí se intuye que el resto de medidas fiscales que tienen que pagar los productores no se haya hecho lo mejor posible”, concluyó.
En este sentido, la diferente tributación afecta a la comercialización interna del aceite de oliva con respecto a otros países y a otros tipos de aceites. Así, por ejemplo, “si una botella de aceite de girasol cuesta un euro y una de aceite de oliva cuatro euros, la tributación al ser del 10% llevaría el precio a 1,10 euros y a 4,40 euros respectivamente”. En el caso de Italia, “con los impuestos sería 1,04 euros el aceite de girasol y 4,16 el de oliva”, quedándose una diferencia de “30 céntimos en el caso español y de tan sólo 12 céntimos en el italiano”. En precios más altos, “la diferencia entre ambos países podría rondar los 32 céntimos por la aplicación del gravamen”.
Impuestos residuales
También hay diferencias en la propia figura del olivarero: “el italiano tiene que pagar algo residual en el equivalente a nuestro IRPF y además está exento de tributar el IMU, que es el equivalente al Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) español". En España “el productor tiene que pagar varios impuestos, empezando por el IBI del ayuntamiento y el IRPF en función de las rentas que obtenga”.
Por otra parte, López Espadafor ha destacado el poco uso" que se da en España "a las ayudas de Estado en caso de catástrofes naturales. “El olivar todos los años sufre sequías, heladas y tormentas y dicha herramienta estaría justificada dadas las circunstancias sin afectar a la competencia, que sería el principal impedimento”. “La Unión Europea, gracias a las ayudas comunitarias, parece ser que tiene más posibilidades de actuar en el olivar en España por tema de catástrofes que el propio Estado”.
El profesor ha reivindicado que, “si España de verdad quiere considerarse abanderada del aceite de oliva a nivel mundial y convertirlo en uno de los sectores estratégicos de nuestra agricultura y economía no puede mantener un gravamen más alto que el de Italia”.
“Nuestros gobernantes podrían hacer mucho más por el olivar de lo que realmente están haciendo”, zanjó como colofón.
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