Las aguas de baño de las playas andaluzas se encuentran dentro de los niveles de calidad establecidos, según el informe que ha elaborado la Consejería de Salud siguiendo los análisis realizados por la secretaría general de Salud Pública y Consumo, durante la segunda quincena de julio sobre el estado del litoral en el inicio de la temporada de baño veraniega. También ha vigilado los 370 puntos de muestreo en las 261 zonas de baño marítimas y 25 zonas de baño continentales andaluzas.
En un comunicado, la Consejería ha explicado que las muestras de agua han sido analizadas para determinar los diferentes parámetros exigidos por la normativa vigente, como los microbiológicos, transparencia, color, aceites minerales, presencia de espumas persistentes y sólidos flotantes, restos orgánicos y cualquier otro residuo --de cristal, plástico, caucho, madera-- que pueda afectar a la salubridad de las aguas y se considere de interés sanitario.
De este modo, por provincias, en Almería se han realizado un total de 92 muestreos en los 92 puntos censados, que se encuentran repartidos en 77 zonas de baño de 14 municipios almerienses. Por su parte, en Cádiz se han realizado 79 muestreos en 79 puntos censados, repartidos en 57 zonas de baño de 15 municipios.
En Granada se han realizado 42 muestreos en los 42 puntos censados que se encuentran en 35 zonas de baño de 14 municipios. En la provincia de Huelva, se han realizado 48 muestreos en 46 puntos censados, repartidos en 19 zonas de baño de 9 municipios. En la provincia de Málaga, han sido un total de 110 muestreos en 104 puntos censados, que se encuentran repartidos en 88 zonas de baño de 13 municipios.
La labor periódica de vigilancia de la calidad de las aguas de baño permite elaborar quincenalmente informes sobre el estado sanitario de las aguas de baño, que están accesibles en la web de la Consejería de Salud hasta que finalice la temporada de baño, el 30 de septiembre.
Por último, Salud ha recordado que los ayuntamientos son los encargados de mantener las condiciones de limpieza y salubridad de las zonas de baño; de colocar carteles informativos con las características; infraestructuras y medidas de seguridad; de vigilar los posibles puntos de vertido cercano para evitar riesgos; y adoptar las medidas de gestión que le requieran las administraciones sanitarias y ambiental.