Quedan apenas tres semanas para que David Bisbal se reencuentre con sus fans onubenses. El artista almeriense regresa a Punta Umbría el 18 de agosto, al polideportivo Antonio Gil Hernández, con un espectáculo musical de gran formato dentro de su gira ‘Hijos del Mar’, muy distinta a la anterior. En esta nueva cita, tras cinco años sin pisar las tablas puntaumbrieñas, promete dos horas llenas de ritmo, baile, cante y mucha energía y emociones. Y un pequeño avance, recomienda guardar fuerzas para el final. Avisados quedan.
Regresa a Punta Umbría cinco años después, con un exitoso disco bajo el brazo y una propuesta muy diferente. ¿Qué van a encontrarse los que asistan a su concierto el próximo 18 de agosto?
–Pues yo diría sobre todo que van a encontrarse con un concierto que sorprende, pues es algo que no hemos presentado antes en directo, un show actual que prácticamente no tiene tiempos de descanso. Llevamos 15 conciertos incluido el del día 22 de julio en Londres, y la gente sale con una energía que me contagia y me da fuerzas para cantar durante las dos horas que tenemos de concierto. Llevamos una producción muy moderna, con la música ligada a la parte visual y la parte visual a la música, y todo junto formando un espectáculo de luz, sonido y baile. Eso hará que todo aquel que venga al concierto en Punta Umbría va a disfrutar del trabajo que hemos preparado con tanto cariño. Eso sí, no vamos a parar de bailar y cantar, y van a hacer que me emocione. Y sobre todo que no se pierdan el fin de fiesta, que tiene mucha energía.
Si en la gira de 2012, ‘Una noche en el Teatro Real’, presentaba un concierto intimista, ahora con ‘Hijos del Mar’ apuesta por un gran formato, donde el montaje audiovisual y las luces tienen gran protagonismo. Nunca deja de sorprender a sus fans.
–Sí, es verdad, como te decía en la pregunta anterior en esta gira la producción, las luces, el sonido, tienen un gran protagonismo. Es un espectáculo lleno de color, donde esa producción es mucho más internacional, y donde el sonido y el ritmo de las canciones tiene mucha más influencia de la música electrónica, con nuevos registros y estilos musicales, pero sin perder la esencia latina de nuestras raíces. En cada concierto salgo agotado después de dos horas en las que no hay tiempo ni para respirar, y lo que más me llena de felicidad es que el público sale igual de agotado que yo, con la sensación de no parar de cantar y bailar. Y las sorpresas van una tras otra, sí, sobre todo al final…
¿Habrá cabida también para sus grandes éxitos?
–Por supuesto que sí, en estas dos horas largas de concierto hay tiempo para todo. Están los éxitos que nos han acompañado durante todos estos años, como ‘Esclavo de tus besos’, ‘Diez mil maneras’, ‘Culpable’, ‘El ruido’, ‘Mi princesa’, ‘Lloraré las penas’ o ‘Ave María’; pero también canciones de ‘Hijos del Mar’, como ‘Fiebre’ o ‘Antes que no’. Y hay momentos para todo, para cantar, bailar, pero también la parte acústica y más íntima, para emocionarnos juntos.
Desde que se diera a conocer en Operación Triunfo, allá por 2001, no ha parado de triunfar. ¿Cómo se digiere eso?
–Para mí la clave es trabajar muy duro día a día para ofrecer al público siempre algo nuevo con respecto a lo anterior, conservar la capacidad de sorprender con cada nuevo disco o gira. Mantener el compromiso con los fans, que sigan notando la misma energía que desde el principio, y saber rodearse de un buen equipo tanto a nivel profesional como personal que te ayude a mantenerte cercano con la gente siempre. Yo vivo este momento con gran felicidad, y al mismo tiempo con muchas ganas de hacer feliz a la gente desde el escenario, y creo por la reacción de la gente en cada concierto que es algo que estamos consiguiendo, lo que aún me hace sentirme más feliz a mí también.
Algunos podrían pensar que ha sido un camino de rosas, pero detrás debe haber también mucho trabajo y sacrificio.
–El trabajo diario y el ser capaz de sacrificar muchas cosas son la clave de todo. Yo siempre he dicho que el verdadero éxito es sentir el apoyo y el cariño del público, algo que yo he tenido siempre a lo largo de estos 15 años, y que durante esta gira todavía estoy notando con más intensidad. Ver la emoción de la gente hace que me emocione yo también, y eso a su vez te hace intentar superarte día a día. La responsabilidad es algo que nunca va a desaparecer, y el compromiso con el público por supuesto tampoco. Eso claro que requiere mucho trabajo y sacrificio.
¿Qué queda de ese David que buscaba una oportunidad en el mundo de la música en el que ahora pisa los escenarios convertido en un artista profesional y maduro?
–Pues queda un artista con las mismas ganas de evolucionar y de ofrecer siempre algo diferente en cada nuevo proyecto. Por supuesto que ahora me considero una persona más madura, con más experiencia, lo que me aporta también más seguridad. Eso sí, sigo siendo una persona con la misma energía que el primer día, pero es verdad que esa madurez me ayuda a controlar mucho mejor esa energía. Estoy además en un momento muy positivo tanto a nivel personal como profesional, lo que me permite también buscar con cada nuevo proyecto el modo de evolucionar, de plantearme nuevos retos, buscar nuevos sonidos, disfrutar cada día más de lo que hago, del contacto con el público, de los conciertos sobre todo. Eso en la gira ‘Hijos del Mar Tour’ es algo que siento mucho.
Punta Umbría es un escenario al que vuelve con asiduidad. ¿Tiene preparado algo especial en esta ocasión?
–Punta Umbría es un lugar precioso, al que vengo con asiduidad y al que nunca dejaré de venir. La gente aquí es maravillosa, tiene un carácter especial, muy abierto, y para mí de verdad que es una alegría venir. Tenemos preparadas muchas sorpresas durante el concierto, que ya de por sí es especial por ser muy diferente a todas las anteriores giras, así que por destacar algo les diría que se guarden un poquito de fuerzas para el final, que tiene mucha energía, y las van a necesitar (risas).
Por último, un mensaje a sus fans para calentar motores de cara al concierto.
–Que vengan con la mente muy abierta, con muchas ganas de disfrutar, de bailar, que nos lo vamos a pasar genial, nos vamos a emocionar en algunos momentos, no vamos a parar de cantar y bailar en otros. Estoy seguro de que será una noche mágica para todos, llena de sorpresas y de alegría.
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