Por fin se aprobó el pliego del mayor contrato que oferta nuestro Ayuntamiento, el de Limpieza Viaria y de Recogida de Residuos, con un presupuesto anual de casi trece millones de euros. Se ha cumplido con aquello de que a la tercera va la vencida.
Y ha tenido que ser un partido al que muchas veces consideramos fuera del sistema, Levantemos, partido cercano a Podemos, el que venga a salvar con sus cuatro votos la situación de bloqueo político a la que habíamos llegado.
Este pliego ha servido para retratar lo que están siendo estos cuatro años de mandato. Un equipo de gobierno en minoría, que hace lo que puede con los votos que tienen, una oposición de centro derecha con PP y Ciudadanos de perfil cuando no de culo, y un Levantemos que tras el año fuera del gobierno, en el que había quedado un poco diluidos, está volviendo con fuerza a la primera línea de la política municipal.
En mi opinión, Levantemos es el único partido de la oposición que ha sabido ver la situación, ha actuado con cordura, ha mirado por el municipio y además ha sabido sacar rendimiento político acercándose a los trabajadores de la contrata, interesados en resolver su futuro laboral.
Ese es el camino para revalidar los apoyos que obtuvieron en su día, influir desde fuera en los grandes temas, mientras no haya posibilidad de reeditar el pacto.
¿Qué han sacado los demás partidos con su permanente boicot? Desde mi punto de vista, sólo han conseguido retratarse ante los ciudadanos. Han renunciado a influir en el mayor pliego del municipio, en consonancia con lo que llevan haciendo desde el inicio del mandato, aplicando esa teoría de “O yo o el caos”.
La oposición que se está haciendo a los temas sólo se puede calificar de pobre, con negativas sin sentido a temas de ciudad, y lo más importante, renunciando a defender los intereses de quienes los votaron, por una estrategia electoral para dentro de dos años.
Esto parece el mundo al revés. El PP y Ciudadanos van ahora de antisistemas y Levantemos apoyando a las instituciones.
En fin. Luego nos quejamos del hartazgo de los ciudadanos por la política.A aquellos que la neurona les hace eco no se les puede pedir más, pero a los que en las filas de los grandes partidos tienen cordura hay que exigirles que no decepcionen y aporten más de lo que están haciendo hasta ahora. Y en vez de quejarse por las críticas recibidas, ponerse a trabajar (y a estudiar un poco también, que a los plenos hay que ir con los temas sabidos, y con propuestas concretas).
Estar en política supone estar expuesto a la crítica, y el que no lo entienda se ha confundido de papel. Mi abuela decía que “Quien bien te quiere te hará llorar”, que viene a significar que los que te aprecian te dicen las cosas negativas aunque te duelan.
En vez de quejarse por las críticas hay que poner remedio para no volver a recibirlas. El que pueda, claro.
