La Universidad de Córdoba ha hallado una nueva forma de controlar que las hortalizas que se destinan a las papillas para bebés no contengan más nitratos de lo permitido.
Con la tecnología NIRS son capaces de vigilar, en la misma plantación agrícola o tras la cosecha, el índice de nitratos, una sustancia presente de manera natural en los vegetales pero cuyo nivel para el consumo está determinado por la normativa sobre salud porque a partir de ciertas cantidades se considera cancerígena.
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