El presidente andaluz, José Antonio Griñán, sostuvo ayer que hay elementos, "no sé -precisó- si son brotes verdes", que indican que la crisis ha tocado fondo, pero apostó por continuar tomando medidas contra la recesión y para favorecer el empleo porque el otoño "suele y puede ser duro".

El presidente hizo esta reflexión en su primera visita institucional a UGT de Andalucía y ante varias decenas de responsables de este sindicato, del que dijo: "estoy encantado de estar en mi casa. UGT está en mi corazón desde hace muchos años".

Después de reunirse con Manuel Pastrana, líder andaluz esta organización, Griñán destacó que su visita coincide con el "punto más bajo" de la crisis económica y la reducción por segundo mes consecutivo del paro en la comunidad.

"Hemos podido tocar fondo, y es verdad que hay elementos que indican que lo peor de la crisis puede haber quedado atrás. No sé si son brotes verdes, pero no quiero lanzar las campanas al vuelo y hay que seguir tomando medidas contra la crisis porque el otoño suele y puede ser duro y complicado", advirtió.

El presidente, que instó a los dirigentes de UGT a seguir trabajando por una sociedad "mejor y más justa", insistió en la idea de salir de la crisis lo más pronto posible y en las mejores condiciones.

También reiteró el compromiso de su Gobierno de trabajar para favorecer a las personas que han perdido su trabajo y, especialmente, a las que carecen ya de protección con medidas económicas "paliativas".

Para ello, defendió la aplicación de planes como el Proteja y el Menta que permitan la incorporación laboral de los parados desde la formación y las ayudas, y no solo con la aplicación de subsidios.

No obstante, Griñán admitió tener "miedo" a que las "prisas" por salir de la crisis suponga "repetir" esquemas de la economía y las finanzas "especulativas" que son las que han provocado la recesión.

"Debemos analizar el origen de la crisis para evitar el sistema financiero especulativo que la ha producido e impedir otra burbuja", consideró, tras lamentar sus efectos negativos en la economía productiva y en los trabajadores, el "lado más débil de la cadena".

Preocupación ante la concertación social

Por otro lado, el presidente andaluz pidió ayer a la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) que "no se contagie" de la posición de la CEOE en la concertación nacional y que "le influya" con los "modélicos" acuerdos entre agentes económicos y sociales de Andalucía.

Griñán no ocultó su preocupación por la marcha de las negociaciones de la concertación social, especialmente en el ámbito nacional. "Estoy preocupado no por la concertación social en Andalucía, sino por que no me está gustando el diálogo que se está produciendo en la concertación nacional", aseguró.

El presidente de la Junta criticó que una de las partes (por los empresarios) pretende convertir la concertación en un "proceso bipartito" y esgrimió, aunque sin mencionarla, que la CEOE está poniendo encima de la mesa reivindicaciones "estrictas" que pueden dar lugar al "fracaso" en las negociaciones.

"Cuando uno se empeña en pedir su programa máximo y en satisfacer sus planteamientos históricos se arruina el proceso de diálogo social", advirtió.

Por ello, el jefe del Ejecutivo andaluz solicitó a la CEA que "no se contagie" con lo que está pasando en Madrid con la CEOE y que "le influya con lo que pasa habitualmente" en Andalucía con estas negociaciones.

En la comunidad los acuerdos de concertación social son "modélicos" y vienen apostando por un modelo de crecimiento económico diferente, según Griñán, que se refirió al VI Acuerdo de Concertación Andaluz como el "comienzo" de lo que ahora se llama economía sostenible o Andalucía Sostenible.

El VII Acuerdo de Concertación Social andaluz se encuentra actualmente "bloqueado" y fuera de plazo, ya que las partes se habían dado inicialmente el 15 julio como primera fecha para intentar cerrar el acuerdo, un plazo que se prolongará al menos hasta septiembre.

En su intervención ante los delegados sindicales, Manuel Pastrana no ocultó su malestar con esta situación y exigió a la CEA el "desbloqueo" de la negociación colectiva para acercar posturas en el Acuerdo de Concertación.

Avisó de que su organización no firmará el acuerdo si la patronal no aplica previamente los convenios colectivos aún pendientes ni negocia los nuevos.

Esta situación, según UGT, está provocando dificultades a unos 300.000 trabajadores de Andalucía, cuyas condiciones laborales se están "deteriorando" porque no se aplican los convenios o no se negocian.

Pastrana insistió en la idea de que la negociación colectiva y el diálogo, por los que apuesta su sindicato "permanentemente", son instrumentos "positivos" para salir de la crisis.

La UGT baraja oponerse a que la Junta de Andalucía ayude a los empresarios si éstos no corresponden con la obligación legal de negociar los convenios y de aplicar los vigentes.