El pasado sábado 10 de junio la Asociación IUVENTA recibió el Premio Nacional de la Muy Ilustre y Noble Orden de los Caballeros de la Cuchara de Palo y, un servidor, en calidad de presidente de la misma, el nombramiento de Comendador Honorario. Quiero aprovechar esta tribuna para agradecer a esa Muy Ilustre y Noble Orden, en nombre de IUVENTA en general y del mío en particular, por estas distinciones que nos alegran y enorgullecen por el significado que encierran, así como felicitar al resto de premiados.
El reconocimiento viene por nuestra labor tendiendo puentes de concordia entre distintas culturas y, especialmente, entre españoles y sefardíes. Los nexos entre el pueblo judío sefardí y el pueblo español son indiscutibles y van más allá de lo meramente cultural o de lo que los estudios académicos puedan trasladarnos. Nos une un sentimiento de pertenencia a una misma tierra de origen, basado en gran medida en la preservación de dos lenguas que son distintas pero no distantes, el castellano y el judeoespañol. Además ese sentimiento se ve acrecentado cuando nos reencontramos con sus tradiciones o con familias que portan apellidos tan comunes a nosotros, tan nuestros, mejor dicho, como pueden ser los Djaen, los Kassorla o los Linaeretz, entre otros. La historia, la cultura, la identidad…, en casos como este, se convierten en piedras angulares para la construcción de puentes de concordia.
La Muy Ilustre y Noble Orden de Caballeros de la Cuchara de Palo tiene como fin primordial la defensa y difusión de la Cultura del Olivo, también desde su vertiente social, como árbol que simboliza la paz y la concordia, y los naturales de estos Paisajes del Olivar, ahora propuestos para Patrimonio de la Humanidad, somos herederos de una mezcolanza social y cultural que ha influido desde la lengua a los apellidos, pasando por las festividades o la gastronomía, entre otros.
Recibimos el premio en Carboneros, una de las localidades de las Nuevas Poblaciones, que celebran este año su 250 Aniversario, junto a otras como Guarromán, Arquillos, etc. Un año muy especial para las “Tierras de Olavidia”, que diría Don José María Suárez Gallego. Tierras y pueblos con una historia desconocida y apasionante de inmigrantes alemanes, franceses, suizos... que poblaron parte de nuestra actual provincia y contribuyeron con ello a una mayor riqueza y diversidad en estos Paisajes de Paz y Olivar. Mersi muncho, que diría un sefardí. Muchas gracias.
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