Los empresarios andaluces, de los que una nutrida representación institucional se ha dado cita en el club Antares de Sevilla para escuchar la conferencia de Javier González de Lara, presidente de CEA, parece que siguen predicando en el desierto. El líder patronal andaluz reclamó, con el mayor vigor que se le recuerda en los más de tres años que lleva en el cargo: “El sector público necesita una reforma de sí mismo. ¿Por qué sólo funciona extraordinariamente bien Hacienda y la Tesorería General de la Seguridad Social? ¿Cuándo va a hacer el sector público acto de contrición y acometer las reformas y ajustes que ya hemos hecho en el sector privado con mucho esfuerzo?”.
De Lara, también presidente de los empresarios malagueños, se contestó a sí mismo asegurando que no hay interés por hacer esa reforma. “¿Por qué la transformación digital que ya estamos acometiendo las empresas no llega al sector público? Cuando haya un foro de ese tipo, por favor avisadme para asistir”, ironizó ante los asistentes. También bromeó con la Cora (la comisión interministerial para la reforma de la administración), de la que se dijo “nada se sabe” desde hace años. No se refirió sin embargo en ningún momento a qué deberían hacer en concreto las administraciones andaluzas (Junta o administración local) para ajustarse.
Junto a esta contundentes exigencias, expresadas ante el presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, y varios directores generales de la Junta, el líder patronal reclamó en general que las administraciones “nos dejen trabajar en general. Que nos quiten trabas burocráticas y podamos consolidar el crecimiento. Los tiempos de la administración están parados, y deberían de actuar con más diligencia, en sintonía con los tiempos del sector privado”.
Ejemplo
Puso como ejemplo de dificultades para invertir en Andalucía, sin aportar detalles que permitan identificarlo, un proyecto que buscaba acometerse en la Costa del Sol que precisaba de hasta 103 informes de las administraciones. “Este inversor se sorprendió del elevado número de trámites, podría crear hasta 3.000 empleos, pero si aburrimos al inversor será difícil que crezca el número de empresas y creemos empleo”. “El cortoplacismo y el interés partidista hacen caer los proyectos, que quedan enredados en la burocracia”, sentenció en este sentido.
Precisamente sobre la necesidad de aumentar el número de empresas y trabajadores giró el otro gran punto clave de su intervención. En 2016 destacó que se han creado 16.500 empresas netas en la comunidad, pero recordó que entre 2008 y 2014 se perdieron 54.000. “Necesitamos 100.000 empresas más para igualar nuestra densidad empresarial, de 57 empresas por 1.000 habitantes, hasta el 68 a escala nacional. En cuatro o seis años lo podemos lograr”.
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